El Ourense Termal volvía al Paco Paz por segunda jornada consecutiva, desquitándose al fin de todos los pesos anteriores para superar a Planasa Navarra en una de las primeras mitades con más calidad, talento y espectáculo de puro baloncesto que ha conocido el Pazo dos Deportes Paco Paz en lo que va de temporada. El Ourense Termal consiguió la quinta victoria de la temporada, la segunda en el Pazo como local, ante un rival directo en la lucha por la permanencia como Navarra, en un partido con dos claras fases diferenciadas y en el que los de Gonzalo García de Vitoria pasaron de tener el choque dominado hasta 21 puntos a sufrir en los segundos finales por la reacción de los navarros a base de triples.
El encuentro se iniciaba con mucho ritmo por parte del Ourense Termal dominando en todos los aspectos y marcando una primera parte de 10, tanto en intensidad defensiva, circulación del balón en ataque y el acierto en el tiro que fue demoledor y sacó literalmente de la pista a un equipo indolente como el navarro, que hasta el descanso concedió multitud de canastas fáciles y se mostraba errático en el tiro exterior. Solo Mesa dejaba muestras de que Ourense tendría un problema para frenar a uno de los pívots nacionales con más calidad de la categoría. Ni la zona que impuso de inicio el técnico navarro lograba frenar a un Ourense Termal, que de la mano de Riley y su ya habitual recital , la aparición de Kale en ataque y la dirección de Rivero empezaba a marcar diferencias a falta de tres minutos para finalizar el primer cuarto (21-5), tras un parcial de 14-0 demoledor.
Si los primeros minutos se distinguieron por un ritmo rápido y dinámico, y un Ourense Termal que daba muestras de crecimiento constante, en la segunda mitad entro en fase de juego más espeso, resultando un partido un tanto desequilibrado.
La salida del Ourense Termal tras el paso por los vestuarios fue fría y Navarra lo aprovechó con un parcial de 0-9 con un Mesa imparable. Ese fue el punto de inflexión en el partido. Los visitantes creyeron en sus opciones y los de Gonzalo García ya no estaban tan acertados en ataque y empezaban a sufrir en defensa para frenar el acierto exterior navarro y el poderío de Mesa bajo los aros. La aparición de Iván García en el aspecto reboteador y su acierto en el tiro y la de un Zamroz, que dejó muestras de todo lo bueno que se había hablado de él, hicieron posible que los daños al finalizar el cuarto no se notasen en el marcador (64-45).
Pero en el último cuarto los navarros todavía dieron un arreón más. Lo hicieron desde una mayor intensidad defensiva y un acierto espectacular en el tiro de exterior. La diferencia fue menguando poco a poco. Diez puntos a falta de cinco minutos (70-60) y el Ourense Termal empezaba a dar muestras de que ya no estaba tan fluido como hasta el descanso. Los últimos cinco minutos fueron de sufrimiento porque Navarra contestó cada acción de ataque con una canasta fácil o un triple y así fue recortando punto a punto hasta llegar a colocarse a falta de 27 segundos a cuatro puntos (77-73). Era el momento de los líderes y ahí apareció Zamroz para echarse el equipo a la espalda sin temblarle el pulso y sentenciar el choque desde la línea de tiros libres.
