El Hereda COB metió la primera canasta del partido con un tiro libre de Javi Marín, pero pronto respondió Burgos con Cuevas, Bortolussi y García para dar ventaja a los suyos (4-9). A Ourense le costó encontrar el ritmo en los primeros compases de partido y los de Francis Tomé se iban poco a poco en el marcador haciendo que los locales viesen viejos fantasmas (11-18). En un cuarto en el que los castellanoleoneses fueron mejores, los nuestros fueron capaces de mitigar la cornada, impedir que Tizona se escapase más y cerrar el primer cuarto con un gran triple de José Nogués que dejaba el marcador 21-27.
Al segundo cuarto salimos con fuerza. Nogués seguía siendo capaz de sumar y Seydou Aboubacar junto con Ferran Ventura, devolvían las tablas al partido (29-29). Ya no encontraban los visitantes la canasta con tanta facilidad como antes y, por el otro lado, los de Armando comenzaban a recuperar sensaciones que Ferran y Gantt plasmaban en la pista de un Pazo que, a medida que pasaban los minutos, iba entrando en calor (34-32). El rival sacaba a relucir su físico, como Armando había indicado en la previa, y volvían a desplegar su juego para contrarrestar la iniciativa cobista, cerrándose la primera parte con empate (39-39).
Segunda mitad igualada, pero la victoria se queda en el Pazo
La igualdad como tónica durante el tercer periodo. Hereda COB salió mejor del vestuario, con más intensidad y facilidad y con un Alberto Martín imperial. El base madrileño lo asumió todo…y todo bien. Suyos fueron quince puntos con canastas de todos los colores: bandejas, triples, tras bote, cayendo…pero sin embargo, Burgos aguantaba todos los intentos por abrir brecha de Ourense, sumaba en sus ataques, controlaba el rebote en los momentos clave y, el empate, se mantenía un cuarto más para llegar a los minutos definitivos en los que se repartiría el pastel (62-62).
Y llegaron los minutos finales en los que Brano Djukanovic y Jose Nogués sacaron a la pista toda su calidad para, poco a poco, ir decantando el partido hacia el equipo de casa. Paso a paso, con dominio, ahora sí, en el rebote, sin buscar acelerar el juego en demasía pero sin dejar descansar a Burgos, la brecha en el marcador se fue abriendo. Primero dos, luego seis (74-68), luego ocho (76-68) y finalmente la diferencia se quedaba en cinco. El resultado final 76-71. La victoria se quedaba en el Pazo.