Medio millar de personas, integradas en sesenta colectivos sociales bajo el nombre Alianza Social Galega, se manifestaron por las calles de Ourense y ante la Subdelegación del Gobierno para protestar contra el repago farmacéutico, el desmantelamiento de cirugía pediátrica, el incremento de las listas de espera, la acumulación de camas en los pasillos, el recorte de las pensiones, el retroceso en la enseñanza pública, la paralización de la ley de dependencia, la privatización de servicios públicos municipales, los problemas de financiación de los autónomos, la desertización del medio rural, el desmantelamiento de la cooperación al desarrollo y la tasa de paro, que asciende a 30.500 personas en Ourense.
Los manifestantes optaron por "una respuesta colectiva", ante "las nefastas políticas antisociales que imponen los gobiernos de Galicia y del Estado español".
