Emilio David Cao, de 18 años y vecino de O Carballiño, abandonó ayer los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid en libertad sin fianza pero con cargos por los presuntos delitos de atentado y desórdenes públicos. Es uno de los 29 detenidos en las cargas policiales que se registraron el sábado por la noche, al término de la Marcha de la Dignidad, en su caso en la calle Génova minutos antes de que finalizase el permiso horario para la movilización.
Su amigo Gonzalo Rodríguez explicó que el abogado que lo representa, perteneciente a los servicios jurídicos de la Marcha de la Dignidad, comunicó al término de la comparecencia ante el juez que "salió bien" y que no tendrá que comparecer cada 15 días en comisaría, sino "solo cuando le llamen".
Su puesta en libertad supuso un respiro también para su familia, que no había podido hablar con él desde que conocieron por sus amigos de Estudantes sen Futuro de O Carballiño que se lo habían llevado en un furgón la noche del sábado. Su padre, Emilio Cao, mostraba ayer su indignación porque "no nos dejaron comunicar con él en dos días, y ni siquiera nos confirmaron que estaba entre los detenidos". Minutos después de la salida en libertad, pasadas las cinco de la tarde, confirmaba la buena noticia: "Le soltaron porque no tenían ninguna prueba contra él".
Emilio David Cao, de 18 años y sin antecedentes, mantuvo ayer ante el juez lo mismo que le dijo a sus amigos en la única llamada telefónica que pudo realizar el sábado desde la comisaría de Moratalaz, que se había visto envuelto en la carga y que cuando quiso escapar los agentes le tiraron al suelo y lo retuvieron boca abajo. Después fue trasladado a un furgón y de allí a sede policial.
También mostró su malestar por el trato que recibieron los detenidos en los calabozos. "Nos trataron como a delincuentes, dejándonos toda la noche las luces encendidas para que no pudiésemos dormir", relató a través de su compañero Gonzalo Rodríguez que también precisó que "no los dejaban ir al baño".
Su padre también criticó la "falta de información" que recibió la familia sobre el estado del chico, "es verdad que ya tiene 18 años pero ni siquiera nos dijeron si estaba herido", señala Emilio Cao, que se muestra comprensivo con la motivación de su hijo a la hora de acudir a la marcha de Madrid: "Ellos iban para defender la educación pública, otros iban por la vivienda... Fue con mi consentimiento porque entiendo que en este momento es la gente joven la que tiene que tirar y ponerse las pilas", explica.
En todo caso, añade, "le dije que no se metiera en problemas pero me dijo que él no había hecho nada, que cuando empezó todo intentó escapar pero que lo derribaron".
Concentración de policías
Por otro lado, las organizaciones sindicales de la Policía han convocado para hoy, a las 12 horas frente a la Comisaría Provincial, una concentración de apoyo a los compañeros de las UIPs lesionados en las cargas (67 heridos) y para demandar el cese de los responsables políticos y policiales al mando que retrasaron la intervención.