Nunca hubo más colorido en el desfile de Entroido de Ourense, el más variado en contenido y también el más numeroso de su historia, con 77 grupos y comparsas apuntados, que recrearon escenarios imposibles, desde poblados del oeste en el que convivieron vaqueros y sioux, hasta batallones de dragones, cocineros, o humildes pero emotivos grupos reivindicativos, como el de la Fundación Juan Soñador, en el que muchos africanos y emigrantes residente en Ourense, portaban una valla simbólica en defensa de los derechos y la dignidad.
Para el alcalde de O Carballiño, Argimirio Marnotes y su petición a la Real Academia Galega, para que en su villa natal a su multitudinaria fiesta gastronómica se le pueda seguir llamando Festa do Pulpo en lugar de Festa do Polbo como manda el diccionario, le salieron dos comparsas su honor.
En una de ellas y bajo el lema "Marnotes, ¿Non querías pulpo?, pois toma", sobrevolaba el desfile un pulpo gigante sabiamente elaborado con globos de color "polbo" y unos ojos saltones, seguidos de una larga comitiva de pulpitos. La otra comparsa, con una apariencia propia de una nueva especie alienígena portando pulpos en la cabeza, lucía la pancarta "¿como me chamo?", en clara alegoría a la crisis de identidad que vive el pulpo en Ourense.
Hubo colorido e imaginación, pero las 77 comparsas participantes, concentradas desde horas antes en en el torno de As Lagoas, tardaron más de tres horas en culminar sus destino, desde la salida a las 6 de la tarde, en lenta procesión por las calles de Ourense, y con amagos finalmente no cumplidos de un fuerte temporal.
No era para menos, la Estrela da Noite de Tomiño, en Pontevedra ocupaba, ya solo con su enorme tráiler lleno de efectos especiales y su numerosa participación con más de 100 figurantes elaborados trajes y paraguas de gala, parte de las calle. Ellos se llevaron el primer premio a la comparsa de más de 10 participantes.
El primer premio a la de menos de 10 participantes se fue para una comparsa cuyos vestidos y cabelleras estaban elaborados con una sabia combinación de vasos de plástico desechables.
El premio a los más animados, unos coloristas jinetes montados a lomos de caballos de palo, y los que causaron sin duda el mayor revuelo ciudadano los Muchos Machos, un circo repleto de efectos especiales y confeti.
No faltó la máquina Singer gigante seguida carretes de hilo, tijeras, y alfileres con vida propia, la referencia a la corrupción en - una de esas carrozas con más humor que medios en la que se criticaban las corruptelas bajo el lema "Vivamos (y bebamos) como galegos".
Por una conjura del destino, o allá muy al fondo esperando en último turno de salida su participación en el desfile, estaba el mercadillo de la Pokemon, otra carroza de la que colgaban en referencia a la vida gallega, falsos billetes, y relojes de marcas de lujo. Como en todo desfile de entroido que se precie no faltaron los faraones, las mariquitas -premio a la comparsa más divertida- o la crítica a la reforma laboral escenificada con un gran desfile de moscas pegadas a una ca...(eso a lo que se pegan las moscas) de tamaño monumental.