La Diputación de Ourense no solo ha aprobado un presupuesto para 2014 un 11 por ciento superior al del ejercicio anterior, sino que ha liquidado las cuentas de 2013 con un remanente de tesorería que supera los 16 millones de euros. Los servicios de Intervención y Secretaría Xeral reconocen que el ejercicio económico cerrado ha sido duro e intenso en cuanto al trabajo técnico pero que como resultado ha dejado una institución saneada y limpia de deuda con los proveedores.
Este capítulo era precisamente uno de los que más preocupaba al presidente José Manuel Baltar. De hecho, uno de los primeros compromisos que se marcó cuando inició su mandato en febrero de 2012 fue el de emprender los pasos necesarios para lograr el fiel cumplimiento de la ley 15/2010 de lucha contra la morosidad. El montón de facturas impagadas había alcanzado un montante de 5 millones de euros en 2011, según recuerda la interventora Mónica Legaspi, y el expresidente José Luis Baltar se vio obligado a despedir sus 20 años al frente de la institución recurriendo a un préstamo del Instituto de Crédito Oficial, ICO, de 2,3 millones de euros para pagar facturas atrasadas.
Esta suponía la segunda operación comercial con la administración pública en un año tras otro crédito de 2,8 millones euros. Ambos se formalizaron con el Banco Santander por adjudicación del Ministerio de Hacienda y con un plazo de amortización de 10 años. La interventora destaca que los dos préstamos se liquidaron en abril de 2013 y que la Diputación de Ourense ya no tiene ningún plan vivo de proveedores. "No tenemos plan de ajuste ni estamos obligados a dar información trimestral a Hacienda", explica Mónica Legaspi, que presume de que se han saneado las cuentas de la entidad en un tiempo récord.
En un informe con fecha de septiembre de 2013, el servicio provincial de Intervención destacaba que a fecha del 30 de junio quedaban todavía pendientes de pago 556 facturas con una antigüedad superior a los 30 días y que el importe total era de un millón de euros. En solo seis meses, la Diputación ha liquidado esta deuda hasta reducir a 17,4 el período medio de pago a proveedores.
De los cinco millones que se adeudaban en 2011, apunta la funcionaria, "solo quedan pendientes de pago 80.000 euros". En todo caso, matiza que esta suma se refiere a facturas de 2010, 2011 y 2012 que contienen errores formales que requiere análisis. "Son facturas por obras o servicios que no están bien acreditadas por casuísticas extrañas, problemas de identificación del acreedor y otros, que nos obligan a estudiarlas una a una".
También confirma que la Diputación de Ourense cumple ahora de forma estricta la ley de pago a proveedores al haber logrado reducir el período medio desde los 140 días en el inicio del mandato de José Manuel Baltar a los 17,4 actuales, "un objetivo cumplido que queremos mantener", explica. Este plazo se obtiene de la media entre los pagos brutos abonados en menos de 30 días y los que superan este plazo. Según la interventora, en el último trimestre de 2013 la Diputación ordenó el pago de facturas por un importe total de cinco millones de euros en menos de 20 días, y otras por un millón en 30. En 2013, la media se fue acortando a pasos de gigante desde los 68 días del segundo trimestre a los 49,6 en el tercero, lo que supuso un recorte de 50 días en el plazo de espera que soporta un proveedor desde que la factura entra en el Rexistro de la Diputación hasta que la cobra.
En cuanto al endeudamiento general de la institución, se ha pasado del 116 por ciento cuando Baltar Blanco tomó el mando al 69% en 2013. La previsión es finalizar 2014 con un índice del 54 por ciento.