A pesar de que la mayoría de los índices económicos empiezan a apuntar a una ligera recuperación, el director de Cáritas, José Ángel Feijóo Mirón, advierte de que las personas más necesitadas "no ven la luz al final del túnel". Como muestra destaca que el comedor social que tiene esta entidad en Ourense ha pasado de 90 usuarios en los meses de noviembre y diciembre de 2013 a 130 en febrero y marzo de este año, entre los que se encuentra un importante número de jóvenes.
Cáritas cuenta con un presupuesto de 1.400.000 euros, con los que intenta "cubrir urgencias", mediante la prestación de ayuda a las familias que presentan una situación más crítica. Pero Feijóo Mirón es consciente de que para cubrir las necesidades de la población más necesitada de esta provincia "tendríamos que multiplicar por cuatro esta cantidad".
Feijóo Mirón destaca que todavía hay niños que van sin desayuno al colegio, sobre todo en familias monoparentales, en las que el padre o la madre están en el paro y carecen de recursos, por lo que "hay que ayudar a los niños en el colegio y a sus familias".
Pese a la complejidad de la situación, Feijóo Mirón indica que Cáritas "trabaja con la esperanza de que esto tiene arreglo y va mejorando. Hoy nos alegramos inmensamente con la noticia de la bajada del paro, pero es cierto que a los más excluidos todavía no llega".
La única parte positiva que ha tenido esta crisis, según el director de Cáritas, es que ha despertado una ola de solidaridad entre la población. "Tenemos que agradecer las donaciones que recibimos. Si nosotros podemos realizar este trabajo, es porque hay muchas personas, fundaciones y empresas que reconocen que lo estamos haciendo bien y nos ayudan".
Las personas más necesitadas, en ocasiones son las que se encuentran en una situación de mayor aislamiento, pero esta organización cuenta con la ventaja de que "puede contactar con ellas mediante las Cáritas parroquiales", que conocen la situación por la cercanía.