El turismo de salud sufre turbulencias en Ourense. El buque insignia empresarial en la provincia acaba de cerrar un acuerdo con la totalidad de su plantilla para llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) durante los próximos dos años. A efectos prácticos, la decisión adoptada por Caldaria Termal supone que durante los próximos meses cesarán en su actividad dos de sus tres balnearios en la provincia: Arnoia y Lobios. El primero es el que sufrirá un mayor parón. Hoy cerró sus puertas tras el puente de Todos los Santos y, según los planes de la empresa que pertenece a la Fundación San Rosendo, ya no volverá a abrir hasta finales de mayo. Menos acentuado es el parón previsto para el hotel-balneario de Lobios. Su cierre se retrasará hasta después del Puente de la Constitución (11 de diciembre) y durará hasta el mes de marzo. El único establecimiento que se libra de los cierres temporales es el de Laias, que asumirá todas los programas y reservas que tenían los otros dos alojamientos balnearios. «Ha habido una bajada estrepitosa y tuvimos que plantearnos generar un ahorro para mantener el proyecto. En los últimos tres años la producción durante los meses de temporada baja ha caído en torno a un 30 %», explicó Javier Soto, gerente de Caldaria Termal.A nivel laboral, la medida supone que los más de 150 trabajadores de la empresa ourensana estarán un máximo de cuatro meses sin cobrar. Javier Soto matiza que la intención de la empresa es mantener a todo su capital humano y que, por eso, han optado por un ERE rotatorio entre toda la plantilla: «Habrá planes de formación para mejorar nuestra competitividad, ya que tenemos un capital humano de gran calidad».Sobre las consecuencias que tendrá este cierre temporal en las economías de Arnoia y Lobios, Soto concluyó: «Nosotros somos los más fastidiados por tomar esta decisión».