Las diferencias en el PSOE de Ourense también se evidencian en los presupuestos para este año. El alcalde socialista, Agustín Fernández, presentó ayer, con seis meses de retraso, las cuentas para el 2014 y los cinco concejales díscolos se quedan con un papel absolutamente secundario al manejar apenas un 10 % del global. Uno de ellos, Antonio Rodríguez Penín en realidad ni pincha ni corta en el reparto del pastel presupuestario al continuar apartado por el alcalde después del plante llevado a cabo en un pleno del mes de diciembre.
De los 103,8 millones de euros que se gestionarán en Ourense, los díscolos solo podrán meter mano en poco más de diez millones de euros. De esa cantidad, casi la mitad se irá en pagar a la empresa concesionaria del autobús urbano los cinco millones de su concesión. Es decir, la capacidad de gestionar recursos municipales de Susana Bayo, Mónica Vázquez, María Devesa y Alfonso Vilachá se queda reducida a la mínima expresión. Especialmente significativo es el caso del área de Turismo -su responsable es la díscola Mónica Vázquez- que pese a ser calificada recientemente por el alcalde como un área capital para la ciudad se queda con una inversión de 307.000 euros, que además tendrá que compartir con Voluntariado.
