El magistrado del juzgado de lo Penal número 3 entiende que el traumatólogo, que realizó la intervención en 2019, incurrió en un delito de lesiones cometidas por imprudencia menos grave.
Reconoce en la sentencia que la operación estaba justificada por la escoliosis con doble curvatura que padecía la menor, pero considera probado que el médico colocó "un elevado número de tornillos de forma incorrecta en los pedículos vertebrales".
El juez relata que la paciente sufre "otras graves secuelas irreversibles, comprometiendo seriamente su calidad de vida y la de sus seres queridos".
La indemnización la pagarán, de forma directa, las aseguradoras y, subsidiariamente, el SERGAS. Contra la sentencia cabe recurso.