En la ciudad de Mérida aún se puede contemplar la grandeza de una época romana que la convirtió en capital de la Lusitania. Buena muestra de ello es su conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A día de hoy continúan las excavaciones por la ciudad por parte de los arqueólogos y es que los más de dos mil años de asentamiento del pueblo romano es este territorio, hace que habitualmente salga a la luz nuevos hallazgos e información sobre esta época.
El buque insignia de la ciudad es el Teatro Romano, un impresionante monumento que se inauguró entre los años 16-15 a. C. y fue el cónsul Marco Agripa el promotor de su construcción. Durante siglos estuvo soterrado, manteniéndose visible sólo la parte superior del graderío que conformaba siete grandes bloques conocidos popularmente como las Siete Sillas. Fue en los inicios del siglo XX cuando comenzaron las excavaciones dirigidas por el arqueólogo José Ramón Mélida al lado del arqueólogo emeritense Maximiliano Macías.
A tan solo unos pasos se encuentra el Anfiteatro Romano en el que se celebraban juegos gladiatorios y luchas entre animales o con hombres. Cerca de aquí, se encuentra la Casa del Anfiteatro, en la que se puede apreciar restos de viviendas y un mausoleo, así como un tramo de la muralla o una parte de la conducción del acueducto de San Lázaro.
Hablando de acueductos, en Emerita Augusta existían dos, y hoy en día se pueden vislumbrar. Es el mencionado anteriormente y el acueducto de Los Milagros. Otro de los monumentos que acapara todas las fotografía de las personas que lo visitan, es el Templo de Diana, un majestuoso templo que se alza dentro del “Foro de la Colonia”. En su interior, se encuentra el Palacio de Los Corbos.
Paseando por esta misma calle podemos encontrar el Pórtico del Foro y llegar hasta el Puente Romano. Atraviesa el río Guadiana, mide cerca de 800 metros de largo y tiene sesenta arcos.
Mérida no solo es romana, también pasaron otras civilizaciones que dejaron su huella como se puede observar en el Alcazaba Árabe. Sirvió para proteger a los gobernantes de las sublevaciones emeritenses y para controlar el paso del puente sobre el río. Dentro se conserva un aljibe y, si subimos a sus murallas, podemos disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad.
No debemos dejar de visitar la Casa del Mitreo que cuenta con uno de los mosaicos más impresionantes: el Mosaico Cosmológico. En él se personifica la concepción del mundo y de las fuerzas de la naturaleza que lo gobiernan, junto con alguna actividad humana. Muy cerca de aquí, se encuentra el área funeraria de Los Columbarios.
Otros lugares de interés es el Circo Romano, los restos arqueológicos de Morería y del Centro del Centro Cultural Alcazaba, el Arco de Trajano, el Embalse de Proserpina, diferentes termas repartidas por el centro de la ciudad, los restos de la Basílica de Santa Eulalia o el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. En definitiva, Mérida emana cultura por todas sus calles y nos hace rememorar una etapa grandiosa.