Un viaje de dos horas y media para disfrutar de los recursos naturales, patrimoniales, gastronómicos y culturales del recorrido y del de los municipios que integran ambos territorios.
El convoy con cinco vagones, cuatro de ellos restaurantes y uno con coches-camas, partía de la estación de trenes de Monfragüe a las 9,30 horas y ha llegado a Valencia de Alcántara después de un recorrido de dos horas y media con unos 150 pasajeros a bordo que han disfrutado de animaciones teatralizadas y degustaciones de productos típicos de la provincia.
Precisamente en 2023, la Reserva de la Biosfera de Monfragüe tiene que pasar el examen para revalidar su título Unesco. Para explicar la importancia de estas zonas, durante el recorrido, el profesor de la UEx y presidente de la junta rectora del Parque Natural del Tajo Internacional, Chema Corrales, ha ido leyendo el paisaje que transcurre durante todo el trayecto, a lo largo de dehesas, ríos, pantanos y sierras.
El viaje comienza en la Reserva de la Biosfera de Monfragüe para atravesar de este a oeste la provincia pasando por su único valle tectónico producido por una falla que acompaña en parte de su recorrido al embalse de Alcántara, en una zona donde se han catalogado más de cien dólmenes.
La travesía discurre por Cañaveral hasta llegar a Cáceres y después el tren enfila rumbo a la frontera portuguesa, vislumbrando las estribaciones de la Sierra de San Pedro, para llegar al lugar donde el Tajo se convierte en Tejo y se adentra en la segunda Reserva de la Biosfera de la provincia, que comparte territorio con Portugal aprovechando el curso del río más largo de la Península Ibérica.
Al llegar a Valencia de Alcántara los viajeros han disfrutado de una visita guiada por el municipio, con un rico patrimonio como el barrio judío o la iglesia de Rocamador, donde se produjo la Boda Regia en 1497 entre el rey Don Manuel de Portugal y la infanta Isabel, primogénita de los Reyes Católicos, así como una ruta por el entorno que reúne uno de los mayores conjuntos megalíticos de Europa.
La iniciativa cuenta con un presupuesto total de 27.000 euros y se lleva a cabo a modo de prueba piloto a través de un convenio entre la diputación cacereña y la Fundación de Ferrocarriles Españoles con la intención de darle continuidad en el tiempo como un recurso turístico más para la provincia.