El informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que los 96.000 cacereños estuvieron expuestos durante 2024 a una contaminación que excede los nuevos límites recientemente aprobados para 2030 por la Unión Europea.
En el tercer año más cálido desde 1961, se produjeron varios episodios de contaminación por partículas y por ozono, presentando las peores situaciones por estos contaminantes las ciudades de Cáceres y Badajoz y la Extremadura rural, según recoge la organización en una nota de prensa.
Según este informe, que analiza los datos en 10 estaciones de medición en la comunidad, durante 2024 la calidad del aire en Extremadura ha mejorado respecto a 2023 y los años anteriores a la COVID-19, con una reducción significativa de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono, en porcentajes superiores al 30 % respecto a los promedios del periodo 2012-2019, pero aumentando un 12 % los niveles de las partículas (PM10).
De acuerdo a los nuevos valores límite de la directiva europea de 2024, el aire contaminado afectó en 2024 a una décima parte de la población extremeña en la ciudad de Cáceres.
Considerando la normativa todavía vigente, no hubo población que respirara aire contaminado por encima de los obsoletos límites legales actuales; si bien los niveles de ozono excedieron el objetivo legal para la protección de la vegetación en el municipio de Cáceres y la Extremadura rural, con 40.000 km2, el 95 % del territorio regional.
Y si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2024 a la totalidad de la población y el territorio extremeños.
Para Ecologistas en Acción, el cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire, mientras que el factor esencial para explicar la caída de la contaminación atmosférica durante 2024 es la evolución reciente del sistema energético, con menos consumo de gas y mayor peso de las fuentes renovables.
Las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la mayoría de la población extremeña.
Las partículas presentaron la peor situación en el sur de la provincia de Badajoz.
Aunque el área urbana de Badajoz cumplió el nuevo límite legal anual para 2030 del dióxido de nitrógeno, superó el recomendado por la OMS; y el ozono afectó a todo el territorio extremeño, a sotavento de Madrid, Lisboa y Sevilla.
La organización ha defendido que la contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden, con 400 personas fallecidas en 2022 por esta causa en Extremadura, según la Agencia Europea de Medio Ambiente; pero los Planes de Mejora de la Calidad del Aire, pese a ser obligatorios, "en muchos casos no existen, y en otros son inefectivos por falta de voluntad política".
"La Junta de Extremadura aprobó en 2018 un plan con objetivos muy pobres, limitado a un catálogo de medidas genéricas sin concretar, programar ni presupuestar, que a la vista de la situación en 2024 no ha logrado revertir el problema de la contaminación por ozono", ha apostillado.
Además, vencido hace dos años y medio el plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, "Cáceres y Mérida no han cumplido siquiera formalmente esta obligación, siendo ineficaz por su ridículo tamaño la aprobada en Badajoz".
La Junta de Extremadura "tampoco ha adaptado su protocolo de actuación frente a episodios de mala calidad del aire", ha agregado.