El exdirigente soviético Mijail Gorbachov, artífice de los primeros pasos de la Rusia moderna, ha muerto este martes en un hospital de Moscú a los 91 años de edad, en lo que supone el fallecimiento de uno de los grandes símbolos político del siglo XX, asociado al final de la Guerra Fría.
Gorbachov fallecía en la noche de ayer "después de una enfermedad grave y prolongada", según el escueto mensaje público del Hospital Clínico Central de la capital, recogido por las agencias de noticias oficiales rusas.
Dirigió la Unión Soviética entre 1985 a 1991, primero al frente del Comité Central del Partido Comunista y del Soviet Supremo y ya después como presidente. Su carrera culminó en 1991, cuando dimitió tras el acuerdo de disolución suscrito con Bielorrusia y Ucrania, ya con el Telón de Acero en retirada.
Premio Nobel de la Paz en 1990, simbolizaba tanto dentro como fuera de Rusia el fin de una era para la otrora poderosa Unión Soviética y su legado seguía siendo incómodo en ciertos sectores internos, de tal forma que su imagen no se venera tanto como la de otros dirigentes asociados a épocas de grandeza.
Mijaíl Gorbachov recibió el ‘Premio Europeo Carlos V’ 2002 el día 3 de junio en un acto presidido por Su Alteza Real el Príncipe de Asturias en el Monasterio de Yuste. Con este galardón se premia la contribución del expresidente soviético al reforzamiento y consolidación de los valores europeos y a la defensa de la democracia, los derechos humanos y el estado de derecho y, en consecuencia, su aportación al conocimiento general y engrandecimiento de los valores culturales, científicos e históricos de Europa.