El secretario general del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo escribía ayer en sus Redes Sociales que le quieren callado, fuera de la Asamblea de Extremadura y lejos de la verdad. Me quieren destruir políticamente. No lo disimulan, ni lo intentan, asegura. El PP y Vox llevan semanas con el mazo en la mano, tratando de convertir una cuestión administrativa en una ejecución política. ¿Dónde están las pruebas? ¿Dónde está el escándalo? No hay nada, apunta Gallardo.
Pero eso da igual: cuando no pueden contigo en las urnas, intentan aplastarte con barro y con lodo. Porque les molesta que siga hablando, que siga denunciando sus mentiras, que siga liderando la oposición. Les estorbo. “Su objetivo es que no pueda mirarles a los ojos desde mi escaño y decirles lo que nadie más se atreve a decir. Quieren apagarme la voz porque saben que representa a miles de extremeños que no se resignan. Pero no les va a salir bien. No estoy solo, ni pienso dar un paso atrás”. “Si pensaban que esto me iba a hundir, se han equivocado de adversario”.
Que lo tengan claro: no me van a callar concluye el líder socialista