LITERATURA

El escritor extremeño Jesús Carrasco gana el Biblioteca Breve con la novela 'Elogio de las manos'

La novela narra el proceso de restauración de una casa en el campo que termina redimiendo a la familia que la ocupa.

Redacción

Extremadura | 06.02.2024 04:15

Jesús Carrasco
Entrevista en 'Cantabria en la Onda' | Onda Cero Cantabria

El escritor extremeño Jesús Carrasco ha ganado el Premio Biblioteca Breve 2024, dotado con 30.000 euros, con su novela 'Elogio de las manos', en la que narra el proceso de restauración de una casa en el campo que termina redimiendo a la familia que la ocupa.

El jurado, integrado por Rafael Arias, Pere Gimferrer, Lola Pons, Rosario Villajos, ganadora de la anterior edición, y la editora de Seix Barral Elena Ramírez, ha destacado de la novela ganadora "su luminosa celebración de una vida sencilla en estos tiempos de aceleración y falta de sentido, por su originalidad en tanto que parábola sobre la importancia del trabajo manual como origen último del arte" y subraya también "la riqueza de una prosa tan precisa como llena de emoción".

'Elogio de las manos', que estará en las librerías a partir del 6 de marzo, se ha impuesto en esta 66 edición del premio entre los 772 manuscritos presentados, de los cuales el 53% procedían de España y un 40% del continente americano.

La novela arranca en 2011, cuando el narrador y su familia llegan de un modo azaroso a una vivienda casi en ruinas situada en un pequeño pueblo del sur de España, y un acuerdo con el propietario les permite hacer uso de ella mientras él encuentra financiación para construir allí unos apartamentos.

A pesar de este horizonte, durante los años siguientes la familia pasa largos periodos en la casa, reparándola con sus propias manos, transformándola en un acogedor lugar de encuentro y celebración, y allí conviven con una docena de gallinas, varios caballos y burros, dos perros y algún ratón.

Nunca pierden de vista que terminarán llegando las máquinas excavadoras y, de este modo, la experiencia en aquella casa se acaba convirtiendo en una metáfora de la vida: nos entregamos a ella aun sabiendo que termina.

En la presentación del fallo, Carrasco justifica este elogio de las manos, que recoge el título, por ser "una parte del cuerpo que nos permite operar sobre el mundo", pues "sin manos no habría escritura, ni bisontes en Altamira, ni artesanía, ni fuerza de trabajo, ni proletariado, ni capitalismo, ni revolución industrial ni descubrimiento de América".