Ante este hecho, el Servicio Extremeño de Salud (SES) recuerda a la población que la exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas de salud como calambres; deshidratación; insolación, y golpe de calor, con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas como inestabilidad en la marcha, convulsiones e incluso coma.
Según señala el SES a través de nota de prensa, los síntomas de un golpe de calor son piel roja caliente y seca; falta de transpiración; respiración y frecuencia cardiaca acelerada; dolor palpitante de cabeza; alteración del estado mental y del comportamiento como vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento.
Según señala, las personas mayores y los menores son más sensibles a los cambios de temperatura, y en las personas con determinadas enfermedades crónicas, sometidas a tratamientos médicos o con discapacidades que limitan su autonomía, los mecanismos de termorregulación pueden verse descompensados.
La población especialmente susceptible ante situaciones de calor excesivo son, entre otros, los mayores de 65 años; los menores de 4 años; las embarazadas; las personas con enfermedades crónicas; con trastornos de la memoria, y las que reciben ciertos tratamientos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.
Por todo ello, el SES se aconseja a la ciudadanía evitar la exposición al sol en las horas centrales del día; beber abundantes líquidos, sobre todo agua y zumos de fruta refrigerados, sin esperar a tener sed; evitar comidas copiosas y no abusar de bebidas alcohólicas.