Nacida con vocación itinerante bajo el impulso y la tutela de su federación foral de ciclismo, la Clásica de Navarra, la Nafarroa Klasikoa, encarará este domingo su tercera edición visitando en esta ocasión la población de Estella/Lizarra y la exigente propuesta orográfica que llega de la mano de su Memorial Jesús Galdeano. El Club Ciclista Estella coge el relevo del Club Ciclista Ondalan, quien organizó la prueba en Villatuerta el año pasado, y del Club Ciclista Tafallés, anfitrión de la primera edición en Tafalla, y lo hace con un recorrido que presenta una segunda parte especialmente exigente e intensa dado el encadenado propiciado por la sucesión de las ascensiones a Grocin, Lezaun o el reincidente Erául, ya en el menú en 2023, sin obviar algunos repechos de entidad, aunque no puntuables, como Azkona o Muru. Terrenos habituales cada año en los libros de ruta del Gran Premio Miguel Indurain profesional.
En el pelotón de la Nafarroa Klasikoa, que pasará por la población de Abárzuza, cuna del mítico José Miguel Echavarri, volverá a estar presente el proyecto del Electromercantil-GR100. La estructura extremeña, que ya participó en las dos ediciones anteriores, regresa a una prueba muy interesante en lo competitivo, en tanto que aglutina a las mejores estructuras vascas y navarras y a varias formaciones muy potentes del ámbito francés. Los ciclistas galos, de hecho, dominan hasta ahora el palmarés gracias a los éxitos pretéritos de Maxime Decomble (2022) y Dario Giuliano (2023). Una carrera especialmente competida en la que hasta ahora han tenido mucho éxito las ofensivas grupales lejanas, hayan podido concretarse en grupos pequeños o en solitario.
Tanto Luis Gallego como Curro Sánchez y Jaime Sánchez conocen el espíritu de esta prueba. Los tres juveniles de segundo año de la formación cacereña estarán acompañados en esta ocasión por Ismael Baltasar, Mario Cordero, Salvador García, Pablo Gordillo y Diego Martín. Además de los aprendizajes que aporten tanto la experiencia como la competencia, el equipo acude con la firme intención de contar con protagonismo, siguiendo la senda de Pablo Lospitao y su decimocuarta plaza de hace dos años. Curro Sánchez llega después de su quinta plaza del pasado sábado en el Trofeo Fiestas del Ausente de Los Navalucillos, en Toledo.
Lezaun, con cuatro kilómetros de subida a una pendiente media superior al 5,5%, y Erául, con sus casi cuatro kilómetros a un porcentaje parecido que se coronan dentro de los diez últimos kilómetros, son los dos grandes obstáculos orográficos de esta frenética parte final que aún aguarda la sorpresa de la ermita de la Virgen Blanca, el Alto de Muru, en Abárzuza, ese repecho de menos de dos kilómetros al 5%. De lo que pase en sus rampas dependerá en buena medida la identidad del ganador en el Paseo de la Inmaculada estellés.