La alcaldesa en funciones, Carmen Yáñez, ha mostrado su satisfacción por el acuerdo del Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura por el que se declara urgente la ocupación, por el Ayuntamiento de Mérida, del derecho de arrendamiento sobre un local comercial necesario para ejecutar la obra de rehabilitación del antiguo Convento de las Hermanas Concepcionistas.
En dicho acuerdo se recoge que, según el informe técnico aportado por el Ayuntamiento, “es preciso declarar la urgente ocupación del local comercial arrendado, habida cuenta de la necesidad de iniciar las obras de demolición de dicho inmueble, consiguiendo con ello ganar un espacio público que beneficia a la ciudad, así como la mejora y embellecimiento de la zona que se conseguirá con el derribo de un edificio que adolece de valores estéticos, próximo a uno de los monumentos más relevantes de la ciudad como es el Arco de Trajano”.
Cabe recordar que, cuando el Ayuntamiento firmó las escrituras ante notario, y según recuerda la alcaldesa en funciones, Carmen Yáñez “este señor no tenía contrato en vigor ya que las monjas le comunicaron que se le extinguía el contrato”. Desde entonces, se ha mandado al tribunal de valoración de la Junta de Extremadura y, una vez con esta resolución, se procederá a la expropiación forzosa.
Insiste Yáñez en que, desde el equipo de gobierno, “nos reunimos con él, para presentarle las valoraciones de los técnicos municipales, que informaban que por el alquiler que abonaba le correspondían 12.500 euros al año, este señor no aceptó esta valoración y, para tener más garantía y ser lo más asépticos posible se encargó un informe externo a un economista y perito que lo valoraron en 25.000 euros ya que no tenía que amortizar ninguna inversión y solo se le pagaban los derechos como lucro cesante, propios de su actividad y que tampoco aceptó.
Así mismo, recuerda Yáñez que “este señor intentó parar las obras pero el juzgado le dio la razón al Ayuntamiento”.
De esta manera, los trabajos de demolición, que se iniciaron a mediados del mes de mayo, continúan su marcha con total normalidad para recuperar el convento como espacio público, respetando aquellas construcciones que tienen interés arquitectónico y forman parte de la identidad de este lugar.