SOLIDARIDAD

El Centro de Emergencia de Mérida de Cáritas cierra tras acoger a 90 personas durante los meses más fríos del año

Este recurso se puso en marcha en diciembre de 2021 y las personas a las que ha atendido han encontrado un hogar

Europa Press

Mérida | 03.05.2022 19:12

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El Centro de Emergencia de Mérida de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz ha cerrado sus puertas el pasado sábado, 30 de abril, tras acoger a 90 personas durante los meses más fríos del año. Este recurso se puso en marcha en diciembre de 2021 ante la "preocupación" por la situación de un grupo de personas que se encontraban durmiendo en las calles de Mérida, con una situación de vulnerabilidad y desprotegidos ante la Covid-19.

En los cinco meses en los que ha permanecido abierto este recurso han pasado por el centro un total de 90 personas, las cuales han podido encontrar un hogar, un lugar donde sentirse protegidos y "recuperar la dignidad que la calle les había arrebatado". También han tenido la posibilidad de comenzar un proceso desde el que se les ofrecía una oportunidad de poder salir de la situación de exclusión social en la que se encontraban.

De esta manera, el director del centro, Víctor Martínez, ha añadido que, a lo largo de estos meses, el Centro de Emergencia ha ido derivando a personas a otros recursos con la finalidad de acompañarles en el proceso que supone salir de su situación de exclusión social.

Contando para ello con el apoyo de otros recursos como Centro Hermano de Badajoz, Padre Cristóbal de Mérida, C.A.T. de Plasencia y la casa de acogida Virgen de las Cruces de Don Benito. Además de otras tantas personas que han encontrado trabajo o alquilado habitaciones. Además, según ha recalcado Cáritas en nota de prensa, nada de esto hubiera sido posible sin el capital humano con el que ha contado la organización.

Así, nueve voluntarios han dedicado "su tiempo, cariño y generosidad" para atender a personas que venían de la calle, en un momento "tan difícil y de tanto miedo" y en el que las recomendaciones impedían tener un contacto social más estrecho. Tampoco hubiera sido posible, ha destacado Cáritas, sin la ayuda y colaboración del Comedor Social de Mérida.

"Cerrar este recurso deja ese sabor agridulce que implica una despedida. Por un lado, con tristeza, porque llega a su fin este tiempo que hemos compartido lleno de vivencias y aprendizajes. Pero, por otro lado, llenos de ilusión por el camino que emprenden todos los participantes del Centro", ha señalado.