Villafranco del Guadiana, ha llevado a cabo una novedosa iniciativa para dar a conocer la arquitectura típica de sus edificios públicos y viviendas del núcleo original del pueblo, así como su trazado urbano de los denominados pueblos de colonización, con el objetivo de impulsar la economía y la recuperación turística y comercial local.
En total se han instalado un total de 10 paneles explicativos, en el exterior de cada uno de sus edificios más representativos de la arquitectura de colonización.
Hay que señalar que estos pueblos, como Villafranco pueblo de colonización dependiente del Ayuntamiento de Badajoz y proyectado en el año 1955 por el Instituto Nacional de Colonización (INC), que surgen en medio de la nada, fueron diseñados por algunos de los arquitectos más relevantes del momento, algunos de ellos con premios y reconocimientos internacionales en materia de urbanismo y arquitectura.
Villafranco del Guadiana, es un claro ejemplo de ello, pues fue construido en el marco del Plan General de Colonización de la Zona Regable de Lobón (1953). El proyecto original fue encargado a José Antonio Corrales y ya en 1959 Miguel Herrero Urgel realiza un proyecto de ampliación del pueblo.
Como el resto de pueblos de colonización españoles, Villafranco del Guadiana cuenta con arquitectura sencilla, modesta, aunque moderna de aspecto y un urbanismo que veló por la vida cotidiana de las personas primando su recreo y sus desplazamientos por encima del tráfico rodado. Si bien, cada pueblo de colonización es un ejemplo único e irrepetible. Son parecidos en su aspecto, pero muy diferentes en cuanto a sus trazados urbanísticos, la estética formal y compositiva, los materiales constructivos empleados e incluso, la magnífica colección de arte moderno que decora el interior de sus iglesias. Tampoco podemos olvidar, el contexto social y la memoria colectiva de sus habitantes, de una fuerte carga simbólica, que también varía según las circunstancias históricas pasadas.
Con frecuencia se habla del valor patrimonial que dejaron las diferentes culturas desde tiempos pasados, de los conjuntos históricos extremeños y monumentales, pero apenas de la singularidad de los pueblos de colonización. Un patrimonio reciente que también merece ser valorado y difundido, pues son seña de identidad de nuestra región. Por ello, con esta iniciativa se pretende explicar, divulgar y dar visibilidad a esos aspectos a través de una ruta de diez monolitos explicando el trazado urbano, los edificios públicos como el Ayuntamiento, la escuela, la iglesia, el edificio social y las viviendas del núcleo original donde se asentaron los colonos y obreros, y en los que las torres campanarios de los pueblos de colonización nos señalan al pueblo en el territorio. Se han convertido en un hito de referencia geográfica y de situación en la localidad, también simbólico y religioso.
En este caso, una de las particularidades que diferencian a Villafranco del resto de iglesias de colonización, incluso del panorama español, es que no existió un campanario en forma de torre ligada directamente con la iglesia. En este caso, el complejo parroquial incluye un original elemento escultórico vertical, a modo de estructura metálica, con seis esbeltos pilares entre los que queda insertado un mínimo cuerpo de campanas al que se accede por medio de sencillas escaleras. Su remate presenta una doble cruz de estética muy moderna. Es una muestra muy significativa de la libertad que tenían los arquitectos de la colonización para sus diseños.
Por eso, desde el consistorio pedáneo de Villafranco, se ha querido aprovechar esta singularidad arquitectónica y ponerla en valor, una oportunidad para sensibilizar sobre el alto potencial productivo de la arquitectura de los pueblos de colonización de cara a la puesta en marcha de proyectos y alternativas de desarrollo, como pueden ser las de perfil turístico y que se suma a otras iniciativas locales para la recuperación y puesta en valor del patrimonio de la colonización y que ha sido un ejemplo de buenas prácticas en este sentido, como ha sido la recuperación del campanario de la iglesia de Nuestra Señora del Socorro de Villafranco del Guadiana el año pasado.
Por eso, el Ayuntamiento, encabezado por su alcalde pedáneo Juan Daniel Sánchez Guerrero ha sido sensible con la situación de deterioro que presentaba el campanario y han querido dar ejemplo como entidad pública de la importancia de recuperar el patrimonio local. De modo, que desde el consistorio se encargó una réplica exacta del campanario original, que fue ubicada en su lugar primigenio reforzando el valor de este símbolo local.
Esta iniciativa también se llevará a cabo en el resto de pedanías pacenses y se trabaja conjuntamente con la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Badajoz para la puesta en marcha de rutas turísticas que expliquen el valor patrimonial de los mismos.