La nueva Ordenanza Municipal de Protección contra la contaminación acústica de Badajoz pretende adaptarse a la normativa europea, que ha sufrido una evolución y un cambio "muy profundo en los últimos años", y atiende tanto a las obligaciones legales como administración como al "correcto" desarrollo de la convivencia entre las actividades económicas y el descanso de los vecinos.
Así lo ha indicado el alcalde de la ciudad, Ignacio Gragera, quien ha confiado en que "funcione bien". Este miércoles abre un periodo en el que colectivos y ciudadanos pueden aportar sugerencias, previo a su aprobación inicial por la corporación municipal.
Gragera ha explicado que el mundo de la protección ambiental ha sufrido cambios "muy profundos" en los últimos años, ya sea vía reglamentos europeos, o sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. De este modo, se trata de una reglamentación y una normativa "muy restrictiva" y el ayuntamiento, atendiendo a las obligaciones legales que tiene como administración y a las necesidades también del "correcto" desarrollo de la convivencia entre las actividades económicas y el descanso de los vecinos, ha intentando hacer una ordenanza que recoja las "sensibilidades" de ambas partes, además de "intentar ser lo más ecuánimes posibles".
"Es una nueva reglamentación u ordenanza que viene a adaptar la normativa municipal a la normativa europea que ha sufrido una evolución y un cambio muy profundo en los últimos años".
Sobre los puntos más conflictivos, dice que son los ruidos a determinadas horas de la noche, respecto a lo cual la normativa europea indica que a partir de las 11,00 de la noche "prácticamente no se puede hacer nada", algo que "es complicado, es complejo" porque "no es lo mismo la sociedad finlandesa que la sociedad española."
También se tiene que hacer, ha destacado, una "mejor" regulación del ocio nocturno, ante lo que era "muy importante" que el ayuntamiento pudiera acceder a los sistemas de medición de los propios locales "para no tener que estar haciendo comprobaciones materiales personales, cosa que era complicada".
Como ha explicado, se va a exigir que todos los locales de ocio nocturno tengan medidores a los que el consistorio pueda acceder, en aras de hacer comprobaciones en remoto "para que esos datos de decibelios puedan ser comprobados sin necesidad de desplazarse en cualquier momento por parte de la administración, y así garantizar que se cumplen los límites". "Es decir, es algo técnico, es algo complejo y es algo que teníamos que hacer, que vamos a hacer y yo espero que hayamos acertado en esa regulación", ha asegurado.