El Museo Arqueológico Provincial de Badajoz abrirá a primeros de 2025 la 'Sala Tarteso', con la que se amplia la sala dedicada hasta ahora a la protohistoria y que contará con recursos interactivos y tiflológicos, junto a piezas de los yacimientos del Turuñuelo de Guareña, Cancho Roano en Zalamea de la Serena o La Mata de Campanario.
Entre estas piezas podrían estar los rostros del Turuñuelo, como ha avanzado en la presentación de la sala la consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, Victoria Bazaga, quien ha detallado que la previsión es que a finales de año concluyan las obras en la sala, para a continuación colocar las piezas y trabajar en su contenido.
Así, se espera que esté todo dispuesto para poder abrirla al público en enero o febrero del próximo año, mientras que sobre las piezas que podrán verse en la misma ha precisado que "Extremadura es generosa en piezas" y hay que hacer una selección.
En este mismo sentido, ha indicado que las piezas se cambiarán y se irán haciendo distintas propuestas a lo largo de la vida de la sala y del museo, y que informarán sobre aquellas "estrella" que pondrán en la sala, que pasará a ser la más grande del museo y, al incorporar recursos tecnológicos, interactivos o tiflológicos, podría ser también "lo más actualizado" que se tenga en estos momentos en Extremadura, en lo que ha tildado de "un paso muy importante" en la política de museos.
Igualmente, Bazaga ha ensalzado que la región presenta "infinidad" de yacimientos arqueológicos como Cancho Roano o el Turuñuelo y que sus piezas "estarán aquí evidentemente", también los rostros del Turuñuelo, "claro que sí" aunque en el mundo de los museos las piezas "se mueven" por España y por otros centros museísticos "para que se luzcan" y que el paso de la cultura tartéstica en la región "pueda estar en cualquier sitio".
En su intervención en la presentación de esta sala, cuya remodelación tiene un presupuesto de 368.218 euros, Victoria Bazaga ha explicado que desde la Secretaría General de Cultura y el propio museo llevan trabajando "mucho" tiempo en este proyecto, y que "no cabe duda" de que será "interesante" en lo que quieren hacer desde la Junta de Extremadura con los museos, con la arqueología, con lo que somos y seremos a partir de poder presentarle a la sociedad qué son los tartesos y hacia dónde se puede ir.
Así, desde la Junta de Extremadura y su política de museos, ha continuado, quieren demostrar que la comunidad extremeña "era extraordinaria" y "no ahora" como cuando lo dice en esas nuevas campañas de turismo que llevan a cabo, "sino antes", de modo tal que quieren darle al mundo la posibilidad de ver esas piezas "únicas" en un museo que lo hace día a día y en torno a una cultura que está por definir, en la que hay controversia y dudas, también en torno a lo que ha llegado hasta nuestros días.
Así, ha calificado de "privilegio" poder demostrarlo con un proyecto, a la vez que se ha referido a la política de sacar todo lo que se tiene al exterior para que pueda verse y en la de hacer museos modernos y actualizados.
Por su parte, el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, ha destacado de la puesta en marcha de este proyecto que está "absolutamente convencido" que va a cambiar el Museo Arqueológico, y "por tanto" la ciudad y la provincia a nivel turístico, como también tiene la "absoluta certeza" de que todas las investigaciones que están en marcha van a llevar a cambiar "incluso la propia historia de esta región" y va a dar a conocer todo lo que fuimos y llegamos a ser en un momento "todavía hoy muy desconocido y muy confuso".
Al mismo tiempo, ha agradecido a la Consejería de Cultura y a la consejera el esfuerzo "enorme" que están haciendo por poner en valor este museo y por hacerlo "un centro de referencia" y "protagonista de esta nueva etapa emocionante y excitante del descubrimiento de la cultura tartésica" en el territorio, tras lo que ha agregado que la ciudad de Badajoz tiene que estar "inmensamente agradecida por ello" y "ser plenamente consciente" de la importancia del hecho que les trae este miércoles al museo.
Finalmente, ha invitado a compartir, conocer, visitar y disfrutar de todo lo que se hace "desde el esfuerzo de lo público", a la vez que ha valorado de la cultura tartésica que va a ser "uno de los grandes símbolos de esta tierra".
El director del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, Javier Heras, ha sido el encargado de detallar la nueva sala, que parte de la necesidad de integrar nuevas piezas a una colección "ya de por sí muy importante, muy interesante, sin parangón seguramente en la península Ibérica", y que era una "obligación" introducir en las salas del museo las piezas que "hoy por hoy" están suponiendo un "antes y un después" en nuestra historia y arqueología.
Así se ha referido a piezas tales como el jarro de La Zarza de Cancho Roano, el Tesoro de La Martela de Segura de León o a los rostros del Turuñuelo y ha explicado que dichas nuevas piezas les ha llevado a la necesidad de contar con nuevos espacios y que, en concreto, la 'Sala Tarteso' se ubica en la de 'Protohistoria' en la planta superior aunque ampliada con la de 'Medio físico' con un nuevo espacio que, al mismo tiempo, necesitaba "repensar" la antigua disposición del museo y "darle una vuelta" sobre su temática y recursos.
De este modo y ante las antiguas vitrinas que dificultan que se vea el conjunto de lo que se quiere mostrar, la nueva arquitectura parte de vitrinas continuas, sin interrupciones y que permiten seguir el discurso de la cultura, la economía o los avances, con lo que se genera un espacio amplio, versátil, con líneas sencillas y una "importante" apuesta por la grafía, dado que las imágenes deben ser parte de la explicación.
También incorpora proyecciones, como la imagen de un barco, audiovisuales, explicativas, didácticas y diseñadas para todas las edades, además de imágenes interactivas proyectadas en el suelo o nuevos recursos interactivos con pantallas táctiles para abundar sobre las piezas o un rincón tiflológico especialmente pensado en personas con problemas de visibilidad.
En declaraciones posteriores a los medios, el codirector de las excavaciones del yacimiento del Turuñuelo, Sebastián Celestino, ha explicado que las "caras" están "sin estudiar todavía", y que actualmente, están en Madrid en el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), así como que se están analizando y luego hay que restaurarlas y después estudiarlas, en un proceso en el que su preparación puede requerir siete u ocho meses sin el estudio que "es largo".
Sobre dicho yacimiento, ha agregado que hay piezas "muy buenas", aunque los rostros "lo difuminan todo", cuando la "joya" del Turuñuelo, en su opinión, "realmente es la arquitectura", un edificio que conserva dos plantas constructivas, que es "magnífico" y no hay ninguno en el Mediterráneo que conserve "todavía" cinco metros de altura.
