Considerado como introductor de la pintura moderna en Extremadura con su arte expresionista, además de por su arte, Pedraja desarrolló una importante labor cultural como doctor en Historia del Arte, Profesor Emérito de la Universidad de Extremadura, presidente durante 27 años de la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País, Académico de Número de la Real Academia Extremeña de las Letras y las Artes, y Correspondiente de las Academias de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, Santa Isabel de Hungría de Sevilla y Real Academia de Cádiz. Fue director del Museo de Bellas Artes de Badajoz por la Dirección General, puesto que ejerció desde 1980 hasta 1996.