El escultor Antonio Viera López ha donado al Museo Etnográfico 'González Santana' de Olivenza la obra 'Alegoría de Olivenza', una pieza de forja en la que, sobre un disco de grada, se aprecian los frutos de dos árboles, el olivo, que da nombre a Olivenza, y la encina, típica de la dehesa.
De él surge una basa cuadrangular en cuyos lados se distinguen una persona con sus manos alzadas, en clara alusión a la estela de Monte Blanco, que se encuentra en la sala de Arqueología del museo; el antiguo Puente de Ajuda, como elemento de unión; el nuevo logo del Museo, una llave, simbolizando la apertura a la cultura, y un círculo sobre una onda, evocando la importancia del río Guadiana y del movimiento de las olas.
Un movimiento que se traslada de la basa a un cilindro, rodeado por cuatro columnas de fuste retorcido, que vienen a recordar los soportes de la iglesia de Santa María Magdalena. Sobre él se alzan tres discos de grada, uno encima del otro.
Así, en el primero se reconoce la cruz templaria, informando de la importancia de esta orden en el primitivo enclave de Olivenza; en la segunda, un grifo, remarcando la importancia del agua en la villa, mientras que la última simboliza la relación de la dehesa y la ganadería brava.
Remata esta escultura la esfera armilar, "clara mirada hacia Portugal", representando el mundo descubierto por los navegantes lusos, ha informado en nota de prensa el Museo Etnográfico 'González Santana'.
Antonio Viera López es natural de Villanueva del Fresno. Una vez terminados sus estudios en Ingeniería Técnica Industrial impartió la docencia en los institutos Castelar (Badajoz), Extremadura (Montijo) y San José (Badajoz).