La licitación impulsada por el Gobierno para buscar una nueva empresa que explote el servicio de autobús entre Badajoz, Madrid y Valencia, tras el rechazo de Avanza Bus a seguir explotándola, ha quedado desierta tras no atraer a ninguna compañía.
En los pliegos figura que el valor del contrato ascendía a 62,7 millones de euros para un plazo total de 9 años. También se precisa que la dotación mínima del personal que el contratista tenía que adscribir a la prestación del servicio es de 39 conductores.
Fuentes de Avanza Bus confirman que seguirá operando el servicio, ya que así está obligada a hacerlo, hasta que el ministerio busque una solución, entre ellas volver a sacar la licitación. Desde la empresa argumentan, con información publicada en la agencia Europa Press, que la situación económica de estas tres concesiones, en las condiciones actuales, "es muy complicada, con pérdidas millonarias".
En cualquier caso, se trata de concesiones que están desligadas del nuevo mapa concesional que el Gobierno preparó hace un año, por lo que este mapa seguirá su propio camino, actualmente con la previsión de aprobarse antes de que acabe el año 2024.
Si bien este nuevo mapa supuso un gran cambio respecto al anterior, al simplificar las rutas y hacerlas más directas, el Gobierno ya aclaró que la prioridad era continuar con el sistema concesional, es decir una sola empresa por ruta, en vez de abrirlas a la competencia.