El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, ha sostenido que "ha llegado el momento" de ir "abriendo la mano" a las actividades culturales, y que "quizás sería el momento" de revisar medidas implantadas con motivo de la pandemia de la Covid-19 como el 'semáforo covid', los niveles de alerta o las restricciones de aforo dado el avance de la vacunación y el resultado de la misma.
"Creemos desde lo más profundo de nuestro corazón que es que ha llegado el momento de intentar de alguna manera darle cierta normalidad a nuestras vidas, de intentar ir abriendo la mano a esas actividades culturales", ha apuntado el regidor, para quien "la gente en general se comporta" y en los países del entorno con el mismo porcentaje de vacunación "e incluso menor" están tomando decisiones de ir liberando esas restricciones.
De este modo, ha considerado que "es el momento de ser valientes y de empezar a tener una vida cultural y social más normalizada", ante lo cual ha abogado por ser "conscientes obviamente" de que "jamás" se va a pedir ni solicitar "una total y absoluta libertad mientras la pandemia siga aquí".
En el mismo sentido, ha agregado acerca de dichos 'semáforos', los niveles de alerta o las restricciones de aforo que "a día de hoy" y con la vacunación "tan avanzada y con el resultado que está dando" cree que "quizás sería el momento de revisarla". "Sobre todo porque tenemos que recuperar esa normalidad, los sectores productivos lo necesitan, la sociedad lo demanda", ha señalado, junto con que se lleva "mucho tiempo cumpliendo escrupulosamente" y "es el momento de intentar retomar nuestra vida con normalidad".
De esta manera se ha pronunciado al ser preguntado por los periodistas, en declaraciones a los medios tras participar en un acto en Badajoz, por las declaraciones del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en una entrevista con Onda Cero, en la que ha dicho que no es compatible el 'semáforo covid' con el proceso de vacunación en la región y que habría que ir relajando medidas, especialmente en eventos culturales.
A este respecto, Ignacio Gragera se ha mostrado "totalmente de acuerdo" y ha comentado que "de hecho" lo llevan pidiendo "desde hace mucho tiempo", así como que cree que la situación sanitaria, a pesar de la incidencia acumulada que ha tenido no solo la ciudad sino Extremadura, "por fortuna no se ha visto reflejada de manera exponencial, como sí sucedió en las diferentes olas anteriores, en incidencia hospitalaria y en fallecimientos", pese a que sí han tenido lugar muertes.
En relación a la celebración de eventos culturales marcados por la Covid-19 y preguntado en concreto por la celebración de Almossassa, que recuerda la fundación árabe de la ciudad, el alcalde ha avanzado que se celebrará "teniendo en cuenta cuál es la situación actual", acerca de lo cual ha resaltado que "obviamente" en el ayuntamiento son "escrupulosamente respetuosos" con las medidas y decisiones que se toman, y las que se tienen a día de hoy no permiten realizar Almossassa como todos lo conocen.
Así, ha rememorado que el año pasado se hizo una especial edición basada en el ámbito cultural, y que este año se repetirá dicho ámbito cultural, dado que, en todo caso, desde el consistorio tienen que planificarla con las medidas que hay actualmente en vigor, y con el tiempo que se tiene de aquí a su celebración a finales de septiembre "obviamente no va a dar tiempo a realizar una edición como todas las anteriores".
En cualquier caso, "la voluntad de este ayuntamiento es seguir celebrando la fundación de la ciudad por la vía que sea posible, si es la cultural es la cultural, cuando podemos retomar la vía festiva será también la vía festiva", ha ahondado, junto con que se está trabajando en su desarrollo en la fecha habitual, finales de septiembre, tomando como eje y base el formato del año pasado, aunque "con algunas novedades seguro" dado que la situación permite hacer algunas otras actividades que en 2020 se tenían "vedadas".
Finalmente, Ignacio Gragera ha agregado que los puestos "en principio se descartan" porque es "complicado por no decir casi imposible" en un entorno como el de la Plaza Alta y el Casco Antiguo controlar ese tipo de aforo.