El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, ha abogado por la unión de todas las administraciones para intentar solucionar la problemática que se está viviendo en el Casco Antiguo. Dice que está "dispuesto a luchar", "a pesar de que haya momentos en los que haya gente que no la entienda o que se frustre".
Dice que desde el Ayuntamiento de Badajoz se está trabajando, aunque no hay una solución a corto plazo; y ante la proliferación de puntos de venta de droga explica que "no es fácil acabar con ellos" y es algo que "lo sabe bien" la Delegación del Gobierno y la Policía Nacional, aunque "depende también" de la Fiscalía o de la Judicatura.
Gragera ha asegurado que la Policía Local está "todos los días en el Casco Antiguo" y que hay patrullas a pie y en vehículo de dicho cuerpo y especialmente del Giapol. "Igualmente se colabora con la Policía Nacional, quienes tienen las competencias en materia de seguridad ciudadana, y sobre todo en la persecución de los delitos que tengan que ver o estén relacionados con el consumo y el tráfico de drogas".
Ante la proliferación de los puntos de venta de drogas, los últimos incidentes o la gente a la que se le puede ver pidiendo o durmiendo en la calle, Gragera ha defendido que, desde el consistorio intentan buscar "siempre" una alternativa a aquellas personas que están viviendo en la calle, la cual se les ofrece por parte del Instituto Municipal de Servicios Sociales para que puedan estar en un albergue o recurso disponible, pero que "no puedes obligar a la gente a estar interno en un recurso" y hay quien "no quiere".
El ayuntamiento también está "invirtiendo más que en ningún otro lugar de la ciudad para mejorar y para adecuar los espacios públicos", ha dicho, para llevar a los mismos actividades o conciertos, tener allí residencias de estudiantes, museos o la sede de la Escuela de Artes y Oficios, cuyas obras se están llevando a cabo en el antiguo San Pedro de Alcántara en una zona que estaba "muy degradada hace unos años" y que se va recuperando "poco a poco", además de intentar actuar en El Campillo o a través de las promociones de la Inmobiliaria, o intentar que esta zona tenga "vida".
"Si queremos decirle a la gente que esto se soluciona chasqueando los dedos o diciendo que se va a solucionar, bueno, obviamente es una pelea a medio y largo plazo que estamos peleando", ha abundado Gragera, para quien se trata de una "pelea" que "compete a todos".
Ha remachado que lo que pasaba en el Casco Antiguo hace 30 años es que no se podía subir a la Plaza Alta, y que actualmente hay "zonas marginales que siguen existiendo y no hay que engañarse, pues cada vez son menos".