Las obras han tenido como objetivo principal la mejora de la accesibilidad física y cognitiva del espacio, partiendo de los trabajos de conservación y restauración previos que se han llevado a cabo en zonas puntuales.
La portavoz municipal del Ayuntamiento de Mérida, Carmen Yáñez, acompañada del director del Consorcio de la Ciudad Monumental, Félix Palma, y del director general de Patrimonio de la Junta, Francisco Pérez Urban, han visitado este jueves los trabajos del proyecto, financiado con la aportación anual del Ministerio de Cultura y Deporte y con fondos propios del Consorcio de la Ciudad Monumental.
Yáñez ha agradecido la inversión y el trabajo realizado por los técnicos y trabajadores del Consorcio "todas las inversiones que se hacen en el Patrimonio Histórico repercuten en la ciudad, no sólo en el turismo, sino en el desarrollo económico y social de la ciudad".
A su vez, el director del Consorcio, Félix Palma, ha explicado que el peristilo del Teatro Romano de Mérida es, dentro de su tipología, uno de los ejemplos mejor conservados de la Península Ibérica. Con unas dimensiones totales de 56,52 metros de anchura y una longitud total de 43,47 metros, se configura como un amplio espacio ajardinado delimitado por una galería porticada, con una estancia (conocida como Aula Sacra) que conservaba un destacado programa escultórico, situada en el eje de simetría del muro de fondo del lado norte.
Por su parte, el presidente de la Comisión Ejecutiva del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, Francisco Pérez Urbán, ha reseñado la importancia de la figura y del trabajo que lleva a cabo esta entidad, puesto que "garantiza que proyectos de esta naturaleza (en referencia a las obras de reacondicionamiento ejecutadas en el Peristilo del Teatro Romano de Mérida) que tienen un largo recorrido y un largo alcance, puedan llevarse a cabo con la colaboración de todas las instituciones que forman parte de él".
El también director general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, ha subrayado que esta intervención es fruto de la "reflexión" que se hace dentro de los órganos de gestión del Consorcio en cuanto a las necesidades dentro de los monumentos para la gestión correcta del patrimonio del yacimiento arqueológico de Mérida.
Igualmente, Pérez Urbán puesto de manifiesto la importancia arqueológica de este enclave "que, posiblemente, ha pasado desapercibido por la monumentalidad del frente escénico", si bien ha afirmado que esta intervención "revaloriza" aún más este enclave del patrimonio regional gracias a la labor del Consorcio "que no habla de lo grande ni de lo pequeño, sino que habla del rigor científico y de la explicación histórica de los acontecimientos".
El conjunto, que se realizó con posterioridad al propio teatro, está fechado según los últimos estudios a partir de época Flavia, a finales del siglo I, inicios del II.
Desde el comienzo de las excavaciones del Teatro Romano hasta hoy, el conjunto ha sido objeto de numerosas intervenciones, si bien esta es la primera que libera las estructuras arqueológicas, retirando la vegetación implantada en la década de los años 50 del siglo pasado.
Así, según apunta en nota de prensa el Ayuntamiento de Mérida, esta remodelación del ajardinamiento "no es en absoluto banal", toda vez que "muchas de las especies vegetales existentes generaban raíces que estaban comenzando a agrietar las estructuras arqueológicas, su cercanía a los restos hacía que los éstos se vieran afectados por la humedad, y visualmente impedían contemplar, y por tanto comprender, la entidad de la construcción.
El nuevo ajardinamiento contempla un perímetro de molido compactado que separa los restos arqueológicos de la vegetación y en todos los casos se han elegido especies de porte bajo y raíces de crecimiento profundo y no expansivo, garantizando la conservación y la accesibilidad visual.
Los trabajos de restauración y conservación llevados a cabo en el peristilo del teatro por las restauradoras del Consorcio han tratado de hacer comprensible su aspecto original en época romana. Para ello, se han retirado piezas arqueológicas descontextualizas que se encontraban ocupando este espacio y se han restaurado las estructuras arqueológicas que están al descubierto.
De este modo, se ha llevado a cabo la revisión y documentación del pavimento de mármol del Aula Sacra, se han limpiado y consolidado pinturas murales de esta sala y las que se conservan en el ala oriental del peristilo. Estos trabajos se han extendido al resto de muros pétreos y al canal de opus signinun de color rosado que componen este espacio.
Se ha realizado una limpieza manual de dichas estructuras, para después pasar a consolidar con morteros entonados, pero discernibles a corta distancia, los bordes desprendidos y zonas en el mal estado.
Las tareas se han realizado tratando de no enmascarar el original, respetando la visión de los distintos momentos de construcción y remodelaciones realizadas en época romana.
Todas las intervenciones realizadas dentro del proyecto son reversibles, fácilmente desmontables para garantizar el mantenimiento de los restos en el caso del Aula Sacra.
En este caso, la superficie elegida para su cubrición ha sido madera tecnológica, similar a la existente en las nuevas zonas remodeladas del recinto, con varias capas previas de arena fina de río, manta geotextil y cámara de aire mediante el uso de plots de PVC regulables.
Destaca también la restauración de la fuente de mármol, situada delante del Aula Sacra y el refuerzo de su separación visual para evitar que sea utilizada como asiento.
RAMPA DE ACCESO POR PUERTAS DE CARROS
Asimismo, la rampa de acceso ubicada en la puerta correspondiente a la calle Sáenz de Buruaga ha sido otro de los lugares donde el proyecto ha centrado sus esfuerzos.
En ella se ha reforzado la conservación de la cloaca romana, se han recogido las aguas que provocaban profundas escorrentías y se ha instalado un enlosado, idéntico al elegido para el acceso principal al recinto, que garantiza la accesibilidad universal.
La intervención se completa con una exposición titulada 'Speculum Aeternum, símbolos imperiales en el Teatro de Augusta Emerita' que bajo la pérgola del peristilo, muestra la vinculación del edificio con la figura del emperador Augusto y su yerno, Marco Agrippa.
La muestra podrá disfrutarse también durante las visitas nocturnas que se realizan al recinto, cuyo recorrido se verá ampliado gracias a la remodelación del espacio, que dispone de nuevas farolas y luminarias.