Ecologistas en acción denuncia su muerte y recuerda que la especie está catalogada como vulnerable
El águila-azor perdicera (Aquila fasciata) está declarada en peligro de extinción por la Unión Europea, debido a la gran mortalidad de las águilas adultas y la pérdida continua de sus zonas de cría. Es la única águila de las diferentes especies que tenemos, en la que no mejora su población. Su estado es peor que el del águila imperial ibérica o el del buitre negro que poco a poco van alejándose del peligro extinción.
España alberga alrededor de 700 parejas reproductoras, lo que suponen el 70 % de la población de todo Europa. Año tras año en muchas regiones, su declive y desaparición es tan acusado que ha pasado a ser declarada de especie vulnerable a especie “En Peligro de Extinción”.