“Se trata de algunas piezas que forman parte de la colección permanente de la Casa Museo y que por el paso del tiempo o la afectación de xilófagos han precisado de una restauración”, ha explicado Ezcurra.
En concreto se trata de dos sillas, que han sido reforzadas, recibiendo tratamiento antixilófagos y restaurados sus asientos; las dos tapaderas de las tinajas de la cocina; un cedazo para tamizar la harina y un cocio que se encuentra junto a la pila donde la madre y hermanas de Miguel lavaban la ropa. Este cocio, recipiente cerámico similar a la tinaja pero con una apertura en la parte inferior, se utilizaba para blanquear la ropa, de ahí que su posición siempre haya sido en el patio junto a la pila. “Esta pieza ha sido limpiada y reforzada, uniendo las partes que se habían fragmentado, además se ha puesto en valor con una mejor ordenación de las macetas del patio ganando en visibilidad y diferenciando su uso que más tiene que ver con el ajuar doméstico que con las plantas”, ha explicado la concejala, quien ha comentado que “estas actuaciones forman parte de los trabajos continuos de conservación que realiza la concejalía de Cultura en la Casa Museo del poeta oriolano”.
Mar Ezcurra ha querido agradecer a todo el personal que día a día cuidan de esta Casa Museo Miguel Hernández y en especial a su director y guía cultural, José Tomas Serna.