La puesta de largo contó con una gran escenificación de las raíces y tradiciones de esta tierra, una apuesta desde el consistorio por hacer del Ecomuseo “la casa de las asociaciones de esta localidad que cuidan de nuestro pasado y de nuestras costumbres, adaptándolas al presente y haciendo que perduren en el futuro”, afirmó la alcaldesa. Muestra de este objetivo cumplido en el estreno del Ecomuseo, fue la exhibición de cáñamo, la muestra del trabajo del encaje de bolillos, la degustación de productos típicos, como los embutidos, buñuelos o la calabaza asada en el horno recién restaurado, todo hecho por la Peña Huertana 'Los Santicos dela Piedra' y la Agrupación Huertana del Bajo Segura, la exposición de motos antiguas por Abuela Club, así como una muestra de bicicletas, las propias de muchos de los huertanos que se han implicado en este proyecto, así como la visita teatralizada por estas nuevas instalaciones llenas de cultura e historia.
La iniciativa, según explicaba Latorre “forma parte de una estrategia turística del consistorio, basada en objetivos de desarrollo sostenible, que supone una apuesta por el sector agroalimentario, por su huerta, paisaje y gastronomía. Buena prueba de ello, es la recientemente inaugurada Ruta del Agua que recorre las principales infraestructuras hidráulicas de la localidad”.
Este proyecto se desarrolla en una parcela de poco más de 4.500 metros cuadrados, y de propiedad municipal, donde ha sido rehabilitada una vivienda agrícola, de finales del siglo XIX, mediante una subvención de fondos europeos FEDER. En ella se han hecho seis nuevos huertos urbanos y se ha trasladado al conjunto una Balsa de Cáñamo original, reconvirtiendo sus cuadras en sala expositiva que se han dedicado, principalmente, a las primeras industrializaciones de Almoradí, ya que paralelamente a las plantaciones de cáñamo o alcachofas, se desarrolló una importante industria conservera y molinera, actividades muy destacadas hasta la primera mitad del siglo XX, con fábricas cómo las de José García Palmer, Cañizares con su marca Marinela o Chapapría con 'El Cóndor'. En la exposición podrán verse imágenes, maquinaria y etiquetaje de las conservas del pasado.
Desde el Ayuntamiento también han dedicado un espacio a pimenteros de Adrián Viudes, Joaquín Gómez Rufete - con su marca registrada Vega Baja- o el de José Berenguer Gomis, un vecino de Almoradí con una larga trayectoria en la venta y producción de pimentón, que comercializaba con su propia marca 'RUBÍ', y que exportaba a toda España. Toda la maquinaria, de principios del siglo XX o finales del XIX, se ha mantenido casi intacta y ha podido recuperarse, gracias a la cesión de la familia Berenguer-Cañizares, por lo que los visitantes pudieron contemplar estas piezas en el Ecomuseo en la noche de su inauguración, y de ahora en adelante.
La reconstrucción de esta casa se ha realizado respetando su estructura y acondicionándola con diferentes estancias, que ya se pueden visitar como es la recreación de un antiguo despacho que se ha reservado para algunos personajes ilustres de la localidad cómo es el caso del filósofo y escritor Antonio Sequeros, fundador del Liceo Politécnico. No falta el aristócrata y empresario Adrián Viudes, hijo del tercer marqués de RíoFlorido, que fue quien trajo el progreso a Almoradí, con la llegada del agua potable y la consecuente desaparición del tifus, la distribución eléctrica y la industrialización y modernización de la localidad. Viudes también comercializó los primeros coches y tractores y fabricó hasta sus propias motos -marca Sadrián-. Precisamente la sala expositiva cuenta con una moto original 'Sadrián' fabricada en los años 50.
El Ayuntamiento ha informado que para visitar el Ecomuseo se está haciendo un calendario de jornadas de puertas abiertas que en breve se comunicará desde Turismo Almoradí.