Una escena surrealista se apoderó de las calles de València el pasado 24 de noviembre. En un insólito episodio captado por numerosos viandantes, una mujer joven fue vista paseando a un hombre con una correa de perro por la transitada calle Colón. El inusual paseo se volvió viral rápidamente, generando sorpresa y risas entre los testigos.
La incógnita queda en el aire: ¿fue una broma, una escenificación o a una situación que vive como real esta pareja? Nadie, salvo ellos, lo sabe con certeza, pero lo que es seguro es que esta peculiar escena no pasó desapercibida por las calles de València. El joven, en su papel de perro, iba atado por una correa, a cuatro patas y llevó a cabo acciones cómicas, como intentar aparearse con una farola y orinar en ella, así como hacer amagos con otros viandantes a los que simulaba que intentaba ladrar o morder.
Algunos especulan que este episodio podría ser una versión menos preparada de la extravagante tendencia de un japonés que gastó más de 14.000 dólares en un disfraz de perro hiperrealista. Sin embargo, la pareja valenciana optó por un enfoque más humorístico, con el muchacho con un chándal gateando a cuatro patas por la calle.
El vídeo que se ha hecho viral fue compartido en TikTok por la usuaria Tania López y ya ha superado los 2,4 millones de visualizaciones en apenas unos días con el mensaje: "Ella, Dominatrix... Él, fetiche de ser humillado con fetiche de sentirse perro". Un par de días después decidió compartir, en esa misma cuenta, una segunda parte del peculiar paseo, titulada "El perro que no ladra, pero muerde", que ha acumulado 11.700 visualizaciones en un solo día.
La escena surrealista ha generado diversas reacciones, desde risas hasta posibles reproches por parte de algunos transeúntes, como el de una mujer que se observa en ese mismo vídeo. La duda sobre si se trata de una representación artística, una ocurrencia espontánea o una estrategia para destacar en las redes sociales sigue siendo el misterio del momento.