Onda Deportiva Valencia

Hoy venía pensando en... el juicio a Amadeo Salvo y Aurelio Martínez

Editorial en Onda Deportiva Valencia 29703/2023

Eduardo Esteve

Valencia | 29.03.2023 16:50

Hoy venía pensando en… el juicio a Amadeo Salvo y Aurelio Martínez y su llegada al juzgado.

Me ha parecido tremenda esa imagen de Aurelio Martínez aguantando los abucheos y gritos de un grupo de aficionados que incluso le pedían que devolviera la insignia de oro y brillantes. Con aire altivo y como si la cosa no fuera con él. Ni un ápice de arrepentimiento, ni una palabra de perdón. Tremendo. Ha sido la fiel imagen de un caradura profesional. Porque argumentar que él no lideró la venta de la mayoría accionarial a Peter Lim es no decir la verdad y porque si echamos mano de la fonoteca… nada de lo que prometió se ha cumplido. Nada.

Es tremendo que este señor tenga la insignia de oro y brillantes del Valencia. Se supone que es un símbolo que premia el valencianismo y fundamentalmente la dedicación, esfuerzo y trabajo por el club. Nada de lo que hizo Aurelio Martínez. Su único mérito que se conozca es haber vendido el club. No entiendo cómo aún no la ha devuelto al igual que no entiendo que no haya pedido perdón.

Porque a los que vivimos de cerca aquella venta en 2014 no nos pueden engañar. La campaña que se hizo en favor de Lim desde el propio Valencia, secundada por el entonces presidente de la Fundación Aurelio Martínez no es que nos la hayan contado, es que la hemos vivido. Las asambleas con cartulinas, los discursos grandilocuentes sobre lo que venía a hacer Peter Lim, los ataques dirigidos a periodistas que no comulgaban con ellos… eso fue así y por desgracia no se puede reescribir la historia.

Ellos, Amadeo y Aurelio dirán que fue la Fundación quien aprobó la venta a Peter Lim. Yo digo que ellos pusieron todo el empeño en que así fuera engañando a la afición del Valencia. Con promesas que en muchos casos sabían que no se cumplirían. Dirán que fueron engañados cuando algunos ya advertimos en aquel entonces a lo que venía Lim, al que otros equipos como el Liverpool o el Atleti le habían cerrado las puertas. Nos hicieron creer que nosotros éramos más listos y… acabamos siendo los más tontos.