Hoy con Leleman venía pensando en… Españeta. Ayer en España, hoy en Españeta.
Bernardo Edo España, españeta. O don Bernardo Españeta. Uno de esos valencinistas convertido en leyenda y al que Valencia, no el Valencia, ha querido homenajear dándole su nombre a una de sus calles. Chapó.
Todos los que amamos al Valencia desde bien pequeños sabemos lo que significa la figura de Españeta por no hablar de todos aquellos que vistieron alguna vez la camiseta de nuestro club. Bernardo era querido dentro y fuera del vestuario. Nunca una mala palabra, siempre servicial, era imposible no tenerle cariño- Solo era un simple utillero pero con su trabajo y su forma de ser pronto se convertiría en toda una institución en Mestalla, en una leyenda.
Quien no recuerda sus saludos hacia la grada de Mestalla cada vez que recogía un balón… o las continuas bromas que tenía que soportar de los miembros de la plantilla del momento. Daba igual quien estuviera en ese momento en el equipo… desde los Kempes, Carboni pasando por Villa, Silva… todos adoraban a Españeta. Y ahora la ciudad de Valencia se lo reconoce.
Ayer le imaginaba en el Cielo junto a otros ilustres valencianistas mientras se aprobaba en el pleno lo de su calle. Imagino a Puchades dándole una colleja o a Jaume diciéndole “enhorabuena bonico” o a Jesús brindando con él con un buen whiskey.
Y es un acierto que sea tan cerca del Nuevo Mestalla. Muchas de las generaciones que disfruten del nuevo campo no habrán conocido al bueno de Españeta y por eso será bueno que cada vez que pasen por ahí alguien les recuerde quién fue Españeta y lo que significó dentro del Valencia. Porque… uno nunca se va si su recuerdo permanece.