La ejecutiva de Compromís aborda este martes por la tarde las consecuencias de la imputación judicial de la vicepresidenta del Gobierno valenciano y dirigente de la coalición, Mónica Oltra. Una reunión que llega cinco días después de producirse la imputación, durante los cuales se han lanzado mensajes en distintas direcciones en torno a su posible dimisión o cese.
Mónica Oltra ha optado por no acudir a la ejecutiva de la coalición para que los miembros de la dirección hablen con comodidad sobre los efectos políticos de su imputación judicial. Así lo ha decidido al tratarse de una decisión colectiva sobre una cuestión política, no personal.
El pasado viernes, Mónica Oltra, compareció tras ser imputada por el presunto encubrimiento de los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada y aseguró que no dimitiría y que había actuado con total transparencia y coherencia.
El sábado, en un acto público de Compromís, se mostró la unión en torno a la vicepresidenta en un acto festivo en el que se vio a Oltra bailando y saltando junto a sus compañeros de formación escenificando así el apoyo a su compañera.
Estas imágenes fueron muy criticadas hasta el punto de que el presidente de le Generalitat, Ximo Puig, al ser preguntado por qué le parecieron contestó que "no estaba para fiestas"
Baldoví avisa: cualquier decisión se debe tomar de manera consensuada
El diputado por Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha avisado este lunes que se puede "reflexionar todo lo que queramos, pero decisiones unilaterales, ni una", al ser preguntado por la posibilidad de que el PSPV-PSOE, el partido que lidera el president de la Generalitat, Ximo Puig, provoque la marcha de la vicepresidenta del Consell.
Baldoví ha asegurado que la formación está "en el mismo punto que el pasado sábado", cuando Compromís, ha dicho, mostró su "apoyo inquebrantable" a Oltra.
El pacto de izquierdas sustenta el Gobierno valenciano desde 2015 y permitió acabar con dos décadas de hegemonía del PP en la Comunitat Valenciana; ahora, la imputación de Oltra abre un periodo de "reflexión" antes de tomar una decisión que podría pasar por que finalmente accediera a irse, o por que Ximo Puig la destituyera, lo que conllevaría la ruptura del pacto de gobierno y gobernar en minoría el tramo final de la legislatura.