Se cumplen 18 años de la última Liga del Valencia

El día que el valencianismo fue feliz en Sevilla

Los goles de Vicente y Baraja hicieron campeón al Valencia en el Pizjuán

Eduardo Esteve

Valencia | 09.05.2022 11:22

Era el 9 de mayo de 2004. Ese domingo en Valencia se celebraba el día de la Virgen de los Desamparados, la Patrona de Valencia. Casi 3.000 valencianistas se habían desplazado hasta Sevilla ante la posibilidad de que su equipo fuera campeón de Liga en el Pizjuán en el partido que le enfrentaba al Sevilla. Se podía reeditar el mismo título que dos años atrás los valencianistas habían ganado en Málaga. El Valencia estaba ante la posibilidad de ser el mejor equipo de España. Y no defraudó.

El gol de Vicente adelanta a los valencianistas

El técnico Rafa Benítez, fiel a su estilo de rotaciones, ponía sobre el césped un once titular sin la presencia de Baraja y con Xisxo y Sissoko. Aquel domingo el Valencia formaba de inicio con Cañizares, Curro Torres, Ayala, Marchena, Carboni; Sissoko, Albelda; Jorge López, Vicente; Xisco y Ricardo Oliveira.

El Valencia se adelantaría en el mercador bien temprano. En el minuto trece de la primera parte una cabalgada por la banda de Vicente Rodríguez, tras un pase de tacón de Xisco Muñoz, ponía el primer tanto en el marcador. Esteban, guardameta sevillista, apenas pudo hacer nada por detener el disparo raso del interior izquierdo valencianista. En aquel Sevilla jugaba también como titular un jovencísimo Sergio Ramos.

El gol de Baraja desata la locura

El Valencia supo defender ese gol tempranero de Vicente. El Sevilla apenas inquietaba la portería de Santi Cañizares. En el minuto15 de la segunda parte Rubén Baraja sustituía a Ricardo Oliveira y en el 90 haría el definitivo 0-2 que desataría la locura en Valencia y en el Pizjuán con los 3.000 valencianistas que se habían desplazado a la cita.

El Valencia conquistaba su sexta liga después de hacer una segunda vuelta impecable donde sumó 26 puntos de 30 posibles, cediendo solo dos empates, y remontando 8 puntos al Real Madrid en la clasificación. Los futbolistas celebraron aquel título con moderación sabiendo que pocos días después debían disputar la final de la UEFA en Goteborg. Querían conquistar un doblete para entrar en la historia. Y así fue.