A grosso modo se podría decir que el Levante UD controló la primera parte ante el Getafe pero de esos dominios que no llevan a ningún sitio, un dominio sin peligro, con acercamientos pero sin hacer daño en area contraria, y en ese mar navegó el equipo de Quique Sánchez Flores para que en una de las dos llegadas a la portería de Joan Femenías Munir ponía el 0-1 en el videomarcador del Ciutat para trsiteza de los 11.403 espectadores. No llegaba el Levante a portería contraria a pesar de la actividad incesante de Cantero y Joni Montiel hasta que se llegó al descanso.
Segunda parte loca
Tras la vuelta de vestuario todo cambiaba y a los dos minutos en una falta lateral Montiel ponía un centro que remataba de cabeza Postigo para poner las tablas en los alto del Ciutat y alegría del respetable, una alegría que duraría poco ya que tres minutos después en un error de Saracchi en un despeje en área dejaba el esférico muerto en la frontal del área pequeña a Munir que de nuevo ajusticiaba a a Femenías. Otra vez por debajo aunque por poco tiempo ya que de nuevo en una falta lateral, la misma que supuso el gol de Postigo, Montiel la ponía al segundo palo, balón muerto y Alex Muñoz se estrenaba como goleador granota.
Tres goles en doce minutos y el Ciutat pasándoselo bien. Jugaba mejor el Levante, Cantero la tuvo en un remate que se marchaba por encima de la portería de Kico Casilla, poco después, en el 71 Moraes en una gran parada de Casilla tras un jugadón de De Frutos que acababa de entrar al terreno de juego. El Levante UD armaba el juego, transiciones rápidas, a la carrera y con mucho peligro.
Moraes para el delirio
El partido encaraba su fase final del partido, la tuvo el Getafe con un remate de Mayoral de cabeza que hizo volar a Femenías y en el ultimo suspiro, en el 45 clavado, saque de esquina que Moraes cabeceaba sin que nada pudiera hacer Casilla y que hacía estallar al Ciutat que sufriría tres minutos más para llevarse la primera gran alegria desde hacía mucho tiempo que no vivía una noche así.
El Levante estará en octavos pero lo más importante, el Ciutat volvió a vivir un momento mágico y de eso hacía ya mucho tiempo, demasiado.