Hoy venía pensando si... sentirme culpable por ilusionarme con el Valencia de Gattuso.
Si sé que es muy pronto, que solo es un partido de pretemporada y que puede que los que ayer fueron determinantes no estén al final del verano. Lo sé.
Pero pienso en si sentirme culpable por olvidar rápido la bordaleta. Es como si me sintiera culpable por ponerle los cuernos, por gritar aquello de el Rey ha muerto, viva el rey. Como si afirmar que aquel Valencia no jugaba a nada, lo vino a decir Samu aye, fuera traicionar aquello del ADN Valencianista.
Pienso en si sentirme culpable por ilusionarme cada vez que Guedes hace un golazo como el de ayer sabiendo que antes o después lo venderán, la necesidad manda. Ojalá la gestión hubiera sido diferente estos últimos años para haber crecido y poder mantener jugadores de ese nivel.
Pienso en si sentirme culpable pensando que Sean no es Anil y que todos esos gestos que está teniendo son sinceros y con la verdadera intención de cambiar. Cierto es que a peor era difícil ir. Pero pienso en si sentirme culpable porque tal vez nos vuelvan a engañar con sus juegos de trileros en lo del estadio.
Es ese sentimiento de culpabilidad cada vez que crees que Meriton ha hecho algo bien. A ese punto hemos llegado o nos han llevado. Yo jamás desearé que al Valencia le vaya mal en nada, esté quien esté al mando.
Porque os digo una cosa, no sé si Gattuso mejorará a Bordalas, si Guedes se marchara más pronto que tarde, si Sean es otro encantador de serpientes o si finalmente acabarán el estadio. No lo sé pero lo que si sé es que cada verano los valencianistas nos volvemos a ilusionar pensando que lo del año anterior fue solo una pesadilla y que todo va a mejorar, que nada va a ser igual.
Porque de esto va este sentimiento, de esto va el fútbol... De ilusionarse y yo... Tengo derecho a ilusionarme porque el día que me lo quiten dejaré de tener este sentimiento por mi Valencia... Sí, soy culpable.
