Hablar de la herencia recibida suele ser un escudo para evitar asumir responsabilidades cuando se gestiona algo ajeno. "Esto ya estaba así cuando llegamos" o la gran frase: "la situación que nos hemos encontrado nos obliga a tomar estas decisiones". Como norma general suele ser la excusa para tapar la realidad, en el caso del Levante UD no es así.
El club ha pasado del ostracismo de Villarroel, a la opulencia de Quico Catalán, que es cierto que tuvo muchas luces, pero que acabó por meter al club en un hoyo del que ya veremos como sale, y lo que es peor, lo ha hecho marchándose de rositas, recibiendo premios e incluso permitiéndose el lujo de entregar alguno que otro, mientras que el club atraviesa una de las peores épocas de su historia reciente, con una deuda que supera los 100 millones de euros.
Lejos de huir de esa herencia, el Consejero Delegado, inversor y accionista granota José Danvila, reconoció en Onda Deportiva no desmarcarse "de la herencia de Quico. Sé donde nos equivocamos, lo hemos hablado y somos conscientes de los errores del pasado", ahora solo queda no volver a caer en ellos.
Sé donde nos equivocamos, lo hemos hablado y somos conscientes de los errores del pasado
Ahora el club trabaja en el "plan de viabilidad pero no con la obligación de subir porque sino nos estaríamos equivocando", tal y como explicó Danvila, es decir, que la travesía en el desierto va a ser larga, pero su plan, cuenta con el apoyo de la práctica totalidad de la Junta General de Accionstas, que a finales de mes, en sesión extraordinaria, aprobará la ampliación de capital.
Miñambres, ante su última cruzada
El astorgano se quitará el chándal para ponerse de nuevo la corbata y asumir la responsabilidad de armar un proyecto que ilusione, pero sin la obligación de tener que ascender. La realidad del Levante ahora mismo, es la de un equipo de mitad tabla de segunda división, que debe de buscar la permanencia en la categoría.
¿Se puede ascender? Sí, claro, pero sin ser una obligación. Que el Levante UD esté el año que viene en playoffs o que logre un ascenso, sería equiparable a su clasificación para la Europa League años atrás, la gesta del Girona metiéndose en Champions o liga que ganó el Leicester de Ranieri.
Pese a los errores que son muchos, Miñambres seguirá al frente del proyecto hasta 2026. En el banquillo todo han sido 'fails'. Erró prescindiendo de Alessio (que ha logrado la permanencia con un mermado Mirándés), se equivocó con Nafti e hizo lo mismo con Calleja y colocándose a sí mismo en una situación complicada. Ahora solo puede acertar, y el nombre de Julián Calero, por lo menos sobre el papel, convence.
Llevando tan poco tiempo en el club le considero un hombre de la casa. Siempre mira por el bien del club
Que siga Miñambres era la opción desde el principio, "ha fichado muy buenos jugadores a coste cero y también se hizo un buen mercado en cuanto a ventas. Llevando tan poco tiempo en el club le considero un hombre de la casa. Siempre mira por el bien del club", dijo el presidente Pablo Sánchez en Onda Deportiva Valencia.
Ahora bien, ya no hay margen para el error. Cómo le dijo Sean Connery a Harrison Ford "elige sabiamente, por que si el verdadero grial da la vida, el falso grial, priva de ella", y eso es a lo que se expone Felipe este verano. Un mercado al que acude sin dinero y sin proyecto que ilusione con algo que no sea la permanencia y esa es la realidad.
Me consta que Felipe es un trabajador, buena persona y un excelente compañero, pero esto es fútbol profesional, y aquí no se espera a nadie, sin embargo y a tenor de las posibilidades financieras del club, los mercados a los que ha acudido Felipe han sido buenos, en cuanto a ventas y en cuanto a llegadas si lo comparamos con los equipos de media tabla de segunda división, incluso con los de arriba.
Esa comparativa no es gratuita, es la realidad, por mucho que se quiera vender otra cosa. El Levante de hoy, tiene que luchar de nuevo contra gigantes si quiere volver a sentarse en "la mesa de los mayores" y su hay un club experto en esas batallas, es este, y ahí encaja Felipe en la dirección deportiva, eso sí, es su última bala.