La llegada de Corberán al Valencia ha sacudido un club que vive sumido en la mediocridad desde 2019. Con el único objetivo de la permanencia en primera división, el de Cheste ha conseguido que se pueda soñar con algo más.
En la última rueda de prensa del técnico, este ya aviso de que "lo económico y lo deportivo tiene que ir de la mano", y es ahora cuando ha cogido un avión para conocer al máximo accionista del club y a su hijo, Kiat Lim, presidente del Valencia.
En esa cumbre, desvelada por Nacho Sanchís en Relevo, hay una ausencia que llama la atención. Corberán acude con el Director General, Javier Solís, pero sin el responsable de la parcela deportiva, Miguel Ángel Corona.
Ante un verano muy complicado en la planificación deportiva, esta reunión sirve para planificar los pasos a seguir en la confección de la plantilla.
Una posición reforzada
No sería la primera vez que el de Cheste asume un papel relevante en la toma de decisiones sobre los jugadores que llegan al club, porque ya lo hizo en su etapa en Inglaterra y podría repetir ahora en el Valencia.
Es por ello que si asume ese rol, desplazaría a Corona en la dirección deportiva del club en un momento clave para el futuro de la entidad, ya que de funcionar las cosas normales, la mitad de los jugadores del primer equipo que inicien la temporada, serán nuevas incorporaciones.
La salida de los jugadores que acaban cesión además de Guillamón y Canós que no cuentan para el técnico, dejarían en cuadro una pretemporada a la que solo acudirían 15 jugadores del primer equipo, que podrían ser trece si acaba saliendo Mosquera y Javi Guerra.
Ahí tendrá que jugar un papel decisivo el entrenador, que ha pedido un paso más de crecimiento deportivo en una temporada que debería de servir, al menos, para no sufrir por mantenerse en primera división.