Hoy venia pensando la entrevista ayer a Manu Vallejo en nuestro programa Onda Deportiva Valencia. Me encantó. Me encontré uno de esos futbolistas que es difícil encontrar. Su simpatía y cercanía junto con su acento andaluz hacen que desprenda buen rollo. Estoy seguro que dentro del vestuario será exactamente igual. Y este tipo de futbolistas son necesarios en todos los equipos. Si además tienen calidad como la que ha demostrado el gaditano el poquito rato que ha jugado, más y mejor. Con naturalidad nos contó cómo su madre le dice que tiene que comer más, que le ve muy delgado. Que le encanta la paella y Valencia y que no ve apenas la tele salvo para ver fútbol. Que su familia es lo más importante y que en su casa siempre hay fútbol puesto. Eso o la Play. Y sirvió para conocerle un poco mejor en su aspecto más personal. Estoy seguro que muchos aficionados escuchándoles se pudieron sentir identificados con él. Este tipo de entrevistas nos permiten sacar a los futbolistas de esa burbuja en la que los tienen la mayoría de clubes y acercarlos a la gente. Porque es más fácil comprenderles si se les conoce en su faceta humana. De lo contrario muchos pueden pensar que son máquinas, auténticos robots que ni sienten ni padecen y que no tienen sentimientos. ¡Eh! Y no pasa nada por hacerlas…