Hoy venía pensando en… lo difícil que fue lo que hizo Soler ante el Real Madrid. Sí, eso de marcarle tres penaltis seguidos y después de haber fallado el primero y haberlo tenido que repetir.
Y venía pensándolo porque Ramos falló dos seguidos ante Suiza. ¿Que pecó de chulería al tratar de tirar el segundo a lo Panenka y por el mismo lado? Tal vez. ¿Que llevaba 25 seguidos sin fallar y tiene mérito? Sí, pero los 25 a lo largo de cuatro años. Los de soler a lo largo de noventa minutos.
Esa confianza, seguridad y valentía que demostró el valencianista me hace pensar que el vestuario está en buenas manos. En la suya como capitán y en la de José Luis Gayá. Dos canteranos que matan por su Valencia. Dos jóvenes cuyo sueño de pequeño siempre fue vestir esa camiseta.
Creo que lo que hizo Carlos ante el Real Madrid puede marcar un antes y un después. Porque puede parecer un hecho insignificante pero para mi no lo es. Y no lo es porque la moral y confianza que le habrá dado al canterano puede servir para lo que viene.
Sin Parejo en el equipo él es quien tiene que asumir el liderazgo del centro de campo. Y demostró ante los madridistas que arrestos no le van a faltar. Que pese a su juventud ya lleva mucho tiempo en la élite y es el momento de madurar y cargar con la responsabilidad no solo de ser uno de los capitanes sino de asumir el mando del equipo.
Ya que en lo social no puede ser y es imposible y así nos va, me encanta que en lo deportivo el Valencia esté en manos de valencianos y valencianistas. Los Gayá, Soler o Jaume sí saben perfectamente qué significa defender ese escudo. Ellos sí saben y conocen la historia de este equipo centenario. Y eso… me gusta.
