Hoy con Leleman venía pensando en… toda la polémica de esta semana con el VAR. Que el Real Madrid piensa que la diferencia de criterios a la hora de pitar unas manos y otras no, solo les afecta a ellos.
Tenía que pasar lo del domingo para que muchos de los que en otras ocasiones han callado ante esa diferencia de criterios, bramaran contra el VAR. Ahora ya no funciona. Los mismos que callaron con el penalti por mano de Gaya ante el Villarreal, una mano tan similar a la de Felipe, jugador del Atleti, que no fue sancionada con penalti.
Los mismos que se inventaron una llave de judo para justificar un inexistente penalti de Marchena sobre Raúl, los mismos que se inventaron el pecho de Higuain para que no le pitaran penalti, los mismos que no vieron que Ramos cogía el balón dentro del área pensando que la jugada estaba anulada. Los mismos que nos llamaron llorones y ahora no dejan de llorar.
Pues os digo una cosa. No es problema del VAR. La tecnología ha venido a ayudar aunque no sea perfecta. No vale eso de “me encanta” cuando sus decisiones nos benefician y “hay que eliminarla” cuando nos perjudican. Porque lo del domingo no fue un problema de VAR sino de criterio.
¿Es mano de Miltao? Pues sinceramente, no lo sé. Y no lo sé porque ando tan perdido como vosotros con como debe ser una mano para señalar penalti. No hay uniformidad entre unas decisiones y otras y así es imposible. Quien no quería ver mano la comparará con otras similares que no se sancionaron, y quien quiera ver mano lo hará con otras parecidas que sí fueron pitadas. Ejemplos de los dos casos tenemos a montones.
Así que ante la falta de criterio unánime, dejemos de utilizar el criterio que mejor nos convenga y aceptemos la interpretación del árbitro hasta que alguien ponga freno a esta locura.