Hoy con Leleman venia pensando en... el lío este de los calendarios. Que ni escuchando ayer Radioestadio Noche he entendido nada. Y eso que Aitor, Mister chip, Burgos y compañía lo intentaron hablando incluso con un experto en leyes deportivas.
Resulta que el calendario FIFA, ese de selecciones, predomina sobre el resto. Es decir que las ligas de cada país se tienen que amoldar a el. Y con el exceso de partidos de las distintas confederaciones no hay quien pueda hacerlo. Y más si aparece la Conmebol en escena.
Porque la pregunta es ¿cuantos jugadores sudamericanos tiene que tener un equipo para que le aplacen el partido? ¿Uno, dos, cinco? ¿Y qué pasa con los equipos de segunda cuando tienen algún internacional y su fútbol no para el fin de semana de selecciones? ¿No se está adulterando la competición en ese caso?
Luego esta el lío del fútbol español. Ese en el que el presidente de La Liga está enfrentado al de la Federación. Ese en el que la Federación pone los días y La Liga los horarios. Ese en el que basta que Tebas diga una cosa para que Rubiales diga justo la contraria. Ese en el que se ponen horarios imposibles para acudir al estadio, como encuentros entre semana en horario laboral., o a horas en lo que lo más fácil es pillar una insolación. Ese en el que poco o nada importan los aficionados y si las guerras personales y el negocio. Ese en el que se anteponen los intereses particulares por encima de los colectivos.
Así ¿como voy a entender lo de los calendarios, los horarios o los desplazamientos de los futbolistas sudamericanos y sus aplazamientos por mucho que me lo expliquen en el Radioestadio Noche? Es imposible. Ah si. Una cosa si me queda clara, como siempre. Que los más poderosos son siempre... los más favorecidos…