Hoy con Leleman venía pensando en… el desastre de temporada y en Javi Gracia. Que no entiendo como con los números que lleva sigue siendo entrenador del Valencia.
Me decía esta mañana Victor que en un club normal hubiera sido despedido ya tres veces. Y lleva razón. Tres o más. En un Valencia normal, ese de prestigio e historia hace tiempo que Javi Gracia no sería su entrenador. Pero nada en este Valencia, empezando por su dueño y sus dirigentes es normal.
Vamos a los números. En 35 jornadas el Valencia lleva ganados 8 partidos, 11 empatados y 13 perdidos. En contra lleva la friolera de 47 goles. Y ya como visitante la cosa es mucho peor: solo 2 victorias en 17 partidos con 10 derrotas solo superadas por las 11 del Elche. Posición en la tabla décimo cuarta y gracias.
Hace tiempo que la excusa del verano se acabó, esa de haber vendido jugadores importantes y no haber reforzado el equipo. En invierno se ficharon 3 futbolistas a los que Javi Gracia, el sabrá porque, no ha dado bola: Oliva, Ferro y Cutrone. Por no hablar del bajo rendimiento de los que se quedaron y de todo el equipo en general.
Lo que hizo ayer ante Osasuna solo lo puede hacer él. Meter a un chaval de 20 años, Guillem Molina, que apenas había jugado cuatro ratos con el primer equipo, de lateral derecho siendo su posición natural la de central. Y todo por no poner a Oliva en el once titular y dejar que Wass ocupara esa posición. Algo así solo podía acabar por hundir al chaval como así sucedió ayer en el Sadar.
En definitiva: No hay nadie al mando ni arriba ni abajo, ni en los despachos ni en el césped. Por si alguno quiere encontrar la explicación a una temporada tan mediocre como la que está haciendo el Valencia…