Puig exige la abolición de la prostitución y pide "determinación" al nuevo Gobierno de Sánchez
El 'president' de la Generalitat Valenciana y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha exigido la abolición de la prostitución en España y ha pedido "determinación" al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez para conseguirlo, además de anunciar que ha encargado un informe a la Abogacía de la Generalitat para ser "todo lo contundente que permita la ley" y lograr "una tierra que ponga fin a la explotación sexual de las mujeres".
En un desayuno informativo en Madrid, acompañado por varios ministros del gabinete de Sánchez, ha defendido la igualdad de género como principio incuestionable de la democracia y ha lamentado que "la violencia machista y sus múltiples rostros son el principal problema de nuestro tiempo".
Ante la cantidad de mujeres "atemorizadas por el machismo", Puig ha llamado a "ir más allá en los espacios legislativos y sociales del feminismo", como en la prostitución. Ha prometido que la Generalitat será "todo lo contundente que permita la ley para conseguir una tierra libre de prostitución, una tierra que ponga fin a la explotación sexual".
Para conseguirlo, ha encargado un informe a la Abogacía de la Generalitat que permita "ver hasta dónde se puede avanzar" dentro de las competencias autonómicas, además de instar al Gobierno a que "en esta etapa, asuma con determinación el objetivo de la abolición de la prostitución". "Ni un paso atrás; ni con vetos parentales indignos en las aulas, ni con pancartas equidistantes", ha enfatizado.
"Aparte del millar de mujeres asesinadas en década y media, es insoportable que haya 578.000 españolas en el sistema de vigilancia", ha subrayado, "tantas mujeres como para llenar los diez estadios de fútbol más grandes de España". Frente a ello, ha alabado el feminismo como "la palanca ética para la dignidad humana".
En clave económica, ha vuelto a reclamar la "descentralización del poder concentrado en Madrid, tanto por la cantidad de instituciones como por el "'dumping fiscal' antipatriótico y perjudicial para el resto de comunidades", y ha abogado por "abrir el debate sobre la fiscalidad" para que impuestos como el patrimonio o sucesiones estén armonizados, con el objetivo de un Estado del Bienestar "potente" y acabar con las "anomalías" entre comunidades autónomas.
Puig ha reconocido el "efecto de capitalidad indiscutible" en la política fiscal de Madrid, aunque ha achacado el aumento de sus ingresos en los últimos años al "conflicto catalán y a que se hayan posicionado más empresas" en la capital. "Hay una absorción del poder económico que en el pasado no era así", ha recalcado.
"La macrocefalia política, económica y financiera que aglutina la capital de España es ineficiente, injusta e insostenible", ha sentenciado, poniendo como ejemplo que Madrid absorbe el 29% de funcionarios del Estado: "El cuádruple de lo que le corresponde".
Ha puntualizado, eso sí, que esta postura "no va contra Madrid, sino a favor de la racionalidad, la cohesión y la armonía". Y ha reivindicado: "Quien sea incapaz de entender bien todas las miradas de España, y de apreciarlas como se merecen, será imposible que la gobierne bien", tras lo que ha citado un discurso de Obama para abogar por la unión "sin complejos, prejuicios ni centralismos".
En la ronda de preguntas, ha remarcado que no pretende meterse en el "jardín" de qué sería necesario descentralizar de Madrid a otras ciudades como València, aunque ha apuntado "algunas instituciones que no tienen sentido que estén allí como el Instituto Oceanográfico". También ha resaltado la "orientación interesante" de la política territorial de Sánchez: "Es de agradecer para entender España".
En todo caso, ha reiterado su exigencia de un cambio de la financiación autonómica ante la situación "crítica" de las arcas de la Generalitat, algo "totalmente inaceptable" y que ahora "es más urgente que nunca y no puede retrasarse más". "Ya no caben excusas; nuestra reivindicación no es identitaria", ha puntualizado, "solo una cuestión de justicia, igualdad y respeto".
Durante su intervención, Puig ha reivindicado la "España real" contra el discurso político basado en los "miedos neuróticos y que propugna la fobia y la ira como respuestas". Ha arrancado recordando a los 13 fallecidos por el temporal 'Gloria', entre ellos una mujer sin hogar en Gandia (Valencia), lo que "obliga a una reflexión colectiva".
Como retos para el nuevo Gobierno, ha apuntado la justicia social, el desarrollo sostenible y la cohesión territorial, y ha puesto en valor la importancia de la palabra, "tan necesaria en tiempos de ruido y furia". También ha lamentado la pobreza infantil como la desigualdad "más dolorosa" y "el 'pin parental' que nos debe preocupar".
Por contra, Puig ha vuelto a sacar pecho del gobierno del Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem). "Decían que no era posible un cambio, que un gobierno de coalición no funcionaría", ha rememorado, y ha defendido que "tras esta experiencia, el debate español necesita menos ruido, furia y temores".
Ha negado que haya tensión con Compromís tras la reedición del pacto el año pasado, ironizando con que le parecería bien que "el Gobierno de España acabe los cuatro años con el nivel de tensión actual". "No veo ninguna grieta ni posiciones contrarias; los gobiernos, aunque sean de mayoría absoluta, siempre tienen diferencias", ha zanjado.
Entre los asistentes al evento de Nueva Economía Fórum estaban los ministros de Justicia, Juan Carlos Campo; Industria, Reyes Maroto, y Ciencia, Pedro Duque, así como la presidenta del Senado, Pilar Llop. También se han sumado compañeros del Botànic como la vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, y los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo.