El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, asegura que eso no significa que vaya a tardar cuatro años en reformar el sistema, sino que ese asunto será prioritario desde el inicio de la legislatura.
Puig ha avanzado además que se puede producir ya alguna novedad en relación a la decisión que el gobierno central debe adoptar sobre el envío de 250 millones de euros del Fla extraordinario a la Comunitat Valenciana.
Un dinero, según Puig, que garantizará hasta final de año la liquidez y evitar el cierre de empresas.
Pero ni las palabras de Pedro Sánchez ni la justificación del President han convencido al resto de grupos, ni siquiera a los socios del Botànic del PSPV, que no confían en una reforma inminente del sistema de financiación autonómica.
Para Compromís, las palabras de Pedro Sánchez son decepcionantes porque, de nuevo, no se compromete a reformar el sistema de financiación en unos plazos concretos. El síndic de Compromís, Fran Ferri pide concreción y soluciones singulares para la Comunitat Valenciana, que es la peor financiada de España.
También se ha mostrado crítica con los socialistas la portavoz de Unides Podem, Naiara Davó que se pregunta si este es el patriotismo de Pedro Sánchez, que no hace caso a los problemas de los valencianos.
A las críticas de los socios del PSPV se unen las de la oposición.
Desde el partido popular su vicesecretaria general en la Comunitat, Elena Bastidas, considera que es un jarro de agua fría que Sánchez diga ahora que la reforma del sistema de financiación se abordará durante la legislatura y no en ocho meses, como se comprometió este verano.
Sobre el plazo dado para el pago de las entregas a cuenta considera Bastidas que es un desprecio a las instituciones del Estado.
Desde Ciudadanos, Toni Cantó considera lamentable la foto de Puig aplaudiendo a Pedro Sánchez cuando este anuncia que reformará el sistema de financión en cuatro años.