Los efectos de la pandemia y la crisis económica marcan unos resultados muy duros para el Bioparc, que son "los peores en los 13 años de historia del parque" según la empresa gestora del complejo, Rain Forest. El cierre de las instalaciones a causa del estado de alarma supuso la anulación total de los ingresos durante 97 días, con el problema añadido de tener que soportar unos gastos en el cuidado y alimentación de los animales y en el mantenimiento de las instalaciones que la empresa calcula en 22.000 euros diarios. Desde Rain Forest explican que además las restricciones han afectado "no sólo a importantes momentos vacacionales como la Semana Santa, sino también a la mayor parte de las visitas escolares".
La concesionaria del Bioparc asegura que se ha visto obligada a realizar "todos los ajustes posibles para mantener la necesaria actividad, implementado un ERTE y recurriendo a préstamos ICO". Además, al tratarse de una concesión administrativa con una inversión privada de más de 70 millones de euros para desarrollar el proyecto, se realizó una solicitud de “reequilibrio económico” al Ayuntamiento. Esta petición, que corresponde a los más de tres meses de cierre, se formalizó el pasado mes de junio y todavía está pendiente de resolución.
Las visitan caen el 60%
El cierre y las restricciones impuestas por la pandemia han provocado una disminución del 60% de las visitas al parque en 2020. Así, de las 637.000 registradas 2019 se ha pasado a 264.000 el año pasado, de las cuales solo un 11% son internacionales, frente al 46% en 2019. Por contra, los visitantes nacionales han pasado a ser el 25% del total frente al 13% del ejercicio anterior; y de ellos, los de la Comunitat Valenciana han supuesto un 64% respecto al 41% de 2019. El parque permanece abierto al público con todas las medidas de seguridad y hasta final de febrero, con el 13º Aniversario, está en marcha la promoción del pase anual B! a 38€ y el +1€ para salvar a los chimpancés con los proyectos del Instituto Jane Goodall.
Sin noticias del parque acuático
Precisamente hace ahora un año el Ayuntamiento de València pidió a Rain Forest que cambiara el proyecto del parque acuático previsto como ampliación del Bioparc. El gobierno local rechazó el proyecto inicial al considerar excesivo el gasto en agua que supondría, teniendo en cuenta el contexto actual de emergencia climática. Desde la empresa concesionaria han explicado a Onda Cero que hace meses que remitieron al Consistorio una nueva propuesta de la que siguen esperando respuesta. La intención de Rain Forest era construir un parque de aventura y atracciones acuáticas en una parcela de 37 mil metros cuadrados, inspirado en los templos de Ankgor de Camboya, con una inversión prevista de 25 millones de euros.
