La empresa ha invertido 12,7 millones de euros y más de un año de trabajos para remodelar íntegramente las instalaciones, que ocupan más de cinco mil metros cuadrados.
La Piscina Valencia cerró en julio de 2014 después de que el Ayuntamiento rescindiera el contrato con el empresario José Luis Barrachina, que durante décadas gestionó tanto esta instalación deportiva como el restaurante Les Graelles y la sala de fiestas Alameda Palace, situadas en la zona hostelera anexa. La ruptura se debió al impago de los cánones establecidos por la explotación de ambos complejos.
La nueva empresa adjucataria -Demmero Grup 21 SL- gestionará la piscina durante 45 años, a cambio del pago del 1% de sus ingresos anuales al consistorio. No obstante, durante los tres primeros años estará exenta del abono de ese canon.